PUNTO Y APARTE

La verdad es que me indigné, y mucho. A nadie le gusta que viertan mierda sobre uno, así, impunemente, de manera vil y cobarde y que, además, la acción delictiva e intimidatoria fuera apoyada por todo un grupo.
Luego comprobé que no era así.
Que el grupo no lo era tanto pues el inductor de todo usa como estrategia la creación compulsiva de perfiles, para hacer bulto y contrarrestar los bloqueos, pero, por el lenguaje, es fácilmente reconocible, use el alias que use.
El corroborar la identidad del "justiciero", del difamador, da más serenidad pues ahora, con la certeza, hay tiempo para reflexionar sobre las medidas a tomar.
No identifico al individuo con el colectivo al que pertenece ni con organización alguna. Quiero que esto quede claro y creo que el colectivo debería hacer lo propio para evitar malos entendidos. Nada más que hablar sobre el tema. De momento.

ACLARACIONES NO MERECIDAS.

No me vais a intimidar. Ya sé de vuestros métodos y lo aficionados que sois algunos a abusar de las circunstancias. Lo de atacarme en las redes sociales con, por ejemplo, lo del Facebook simplemente os define y si así pretendéis lograr apoyos mal camino habéis elegido.
¿Qué más me espera?. Una cabeza de caballo en mi cama no creo pues no trato con más ganado que ciertas acémilas que se empeñan en intimidar a todo el mundo de manera rastrera salvo cuando estaban en algunos carteles electorales de poco éxito.
Si no sabéis leer o no entendéis lo que leéis no es problema mío, pero vuestra furibunda reacción no hace más que ratificar lo que pensaba y lo que piensa mucha gente en este pueblo.
Sé que sabéis dónde encontrarme, no pienso cambiar mi vida por vosotros, en otra época tuve que convivir con otras mafias más peligrosas.
Ahora bien, yo uso la palabra, que veo que molesta, pero también dispongo de otras herramientas. Sólo espero que nadie se equivoque demasiado fuera del vertedero de internet. 

A MIS COMENTARISTAS ANÓNIMOS

He vuelto a habilitar la moderación de comentarios. En primer lugar porque me da la gana y este sitio es mío, en segundo lugar porque no voy a permitir ataques a mi persona por esta vía y menos de quién se parapeta en el anonimato, algunos lo llevan en el ADN, lo de la afición a los anónimos, digo.
Al último, cuyo amable comentario suprimí, también porque me dio la gana, sólo decirle que sí, que uno ha cometido errores de los cuales no está orgulloso ni mucho menos. Si es usted un ofendido por alguno de esos errores no dudaré en disculparme, la vida es así y el que esté libre de pecado, pues eso, pero creo que usarlos como contraargumento a mis opiniones sobre ciertos temas no deja de ser una mezquindad que define a quien la comete. Si le escuece el contenido de mis posts por algo será. Rebátame, critíqueme, pero si desea explicaciones sobre mi vida o cualquier otro aspecto relacionado con mi persona, cítese conmigo y se las daré gustoso. 

FÚTBOL Y SÍMBOLOS, CHURRAS Y MERINAS.

Se escenificó la parodia. Tras las furibundas reflexiones de la heredera de Cibeles, sacerdotisa de lo español eterno y lo liberal a medida, pues se llenó Madrid de forofos de los extrarradios, unos politizados, otros no, pero animados a ello por los sermones de la montaña. Por otra parte, parece que también hubo camisas azules y gomina rancia, que la gente se aburre mucho y tira para lo primero que le ofrece folclore.
Al final hubo himno amplificado y acortado, pitidos y berreos y fútbol. Alegrías barcelonistas y llantos bajo txapela.
Para celebrarlo, el gran Pujol anudó dos banderas, la del Reino de Aragón y la del PNV, asimiladas a ciertos territorios inciertos todavía. Todo un símbolo de unidad. Une más lo anti que lo pro, lo centrífugo que lo centrípeto, el victimismo es más solidario. Si todos fuéramos independentistas acabábamos formando una gran nación.
Una copa del rey antiborbónica, pero no por Urdangarín y la senda de los elefantes, sino por otras fantasías animadas.
Pero es que todo es muy confuso, se nos roba y subvencionamos el latrocinio, se nos recorta de todo y tras las barricadas, por ejemplo las de aquí en Asturias, vemos a algún sindicalista con chófer liberado, que lo cortés no quita lo valiente.
Renunciamos a los símbolos españoles mientras estamos invadidos por los germanos, que son los que ejercen la verdadera soberanía sin que nos demos cuenta todavía.
Pero que nadie se alarme, viene la Eurocopa y, con suerte, el rojigualdismo teñirá la Península.

MIERES NO ES PALERMO.

Se pueden compartir o no ciertos métodos sindicales a la hora de reivindicar y gestionar los conflictos. Por desgracia, en más ocasiones de las que debiera, parece que lo único que fuerza el abrir el diálogo es eso, la fuerza, y vemos como no se encuentran soluciones si no han mediado cortes de carreteras, enfrentamientos con las fuerzas del orden y otro tipo de actos a mi entender nada plausibles. 
Pero una cosa puede ser un corte de tráfico, que no deja de vulnerar los derechos de los demás, pero parece la única salida para que el conflicto tome visibilidad y forzar una negociación, aunque debieran de asumirse por ambas partes las responsabilidades que les correspondan a cada uno. Nadie dijo que la gestión de los conflictos fuera tarea fácil. 
También habría que estudiar la situación de la que se parte para que se genere el conflicto y si éste no viene ya viciado por la coyuntura. 
Sin entrar en más detalles creo que hay líneas que, si se rebasan, convierten una justa reivindicación en una coacción mafiosa y pasamos de los parias de la Tierra a la Ley del Silencio. 
Nunca defenderé ningún tipo de violencia, ni material ni mucho menos personal, pero una cosa es una pitada y un corte de tráfico y otra que le aparezca al empresario o al gestor una cabeza de caballo en su cama. 
Y Mieres vive en los últimos días un conflicto envenenado dónde cierto activismo está usando métodos más que discutibles. 
El panfleto anónimo con calumnias e injurias personales, la amenaza telefónica y el "tuneado" de vehículos particulares mediante sustancias abrasivas, no creo que haya organización sindical que las sostenga y si así se pretenden captar simpatías en el pueblo, en un conflicto con tantos matices contaminados, mal vamos. 
Corren malos tiempos, muy malos, para todos, incluídos los que tuvieron convenios de hasta el 12 %. A nadie le gusta que le toquen la nómina, qué les voy a contar yo que nunca tuve una subida por encima del IPC, sólo congelaciones y sustracción de cartera, pero no se me ocurrió mandarle a ZP una "Monster High" decapitada. 

EL PRODUCTO Y EL COMERCIAL

En principio parece sencillo. Una empresa tiene un producto y tiene que venderlo y el comercial es el encargado de esa labor.
Lo mejor es que el comercial crea en el producto que vende, sin sentirse un mentiroso o un estafador. Hay quién no tiene escrúpulos y lo lleva bien, el sistema funciona así y punto. Otros no tanto.
En ocasiones el comercial cree en lo que hace, no tanto en el producto en sí sino en la idea que él tiene de cómo debería ser el producto y que, por lo general, suele coincidir con lo que trae el prospecto. Y eso es lo que vende, un producto personalizado al que introduce mejoras orientadas a las necesidades del cliente.
Pero la empresa sólo tiene un producto, humo volátil y maleable a la medida del consejo de administración y, llegado un punto, los beneficios que se obtienen de las mejoras del comercial dejan de considerarse rentables, independientemente de la satisfacción de los clientes que, al final, son los que menos importan.
El comercial deberá reincorporarse a la cadena de montaje.
Allí, entre herramientas y materias primas, al menos no tendrá que mentir.
Que otros vendan el humo.


PRIMERO DE MAYO

Llega Mayo incómodo, empapado de lluvia abrileña, y el día primero no es festivo pues para festejos no andamos.
Reivindicativo sí, más que nunca pues volvemos en agujero de gusano al diecinueve.
Entonces hubo ventaja pues el enemigo estaba más que definido.
Ahora es todo etéreo, anónimo, oculto tras los gráficos, avanzando imparables por las redes virtuales del capital más sangriento.
No tenemos quién describa el capital ni quién aporte soluciones para decapitar a estos voraces nuevos dioses que se expanden como epidemia.
En esta guerra muda ya cayeron los derechos, el bienestar quedó para realytis de millonarios a los que se la suda todo mientras tarjetean por Serrano.
Los políticos, dónde están los políticos, los de verdad, no los de slogan breve, de tweet viral, los que aporten soluciones y guíen a los representados.
No hay trabajo, se acabó la clase obrera, falleció la clase media, y agoniza la ciudadanía para ser transmutada en rebaño de ganado difícilmente aprovechable.
Esclavos analfabetos seguidores de Belén Esteban, esperando la dósis de clásico futbolístico. Así nos quieren los que se dicen valedores de nuestros derechos mientras nos roban la cartera y nos condenan por ser víctimas del latrocionio.
Además de cornudos, apaleados.