CONSEJOS PARA INTERNAUTAS MULTIPOLARES

Lo de la múltiple personalidad suele traer problemas. Uno acaba por no conocerse, se mira al espejo y no sabe con cual de sus egos está tratando, y las personalidades terminan mezclándose, diluyéndose unas entre otras y de esa disolución acaba surgiendo la identidad verdadera.
Las redes sociales es lo que tienen. La presumible facilidad para crearse perfiles a granel. Con uno expongo, con el otro critico, con tal nombre insulto y acoso, con otro amenazo, creo otro más moderador, etc., etc.
Pero si Jekyll no pudo con Mister Hyde, imagínense la dificultad de mantener bajo control a toda una manada de clones de carácter diverso.
Uno, en su día, en este mismo blog, creó un "alter ego" en su serie "crónicas rurales", el Cabo Ramírez, que escribía versos en sus ratos ocultos. Al final acabé asesinándolo no fuera a ser que me poseyera. Por eso todos mis perfiles de red social son reconocibles, con el riesgo que eso conlleva.
Últimamente tuve alguna tentación de duplicarme para contrarrestar las mezquindades rastreras de cierta alimaña más aficionada que yo a la multiplicidad, pero no merecía la pena.
Si alguno de mis lectores tiene esa pulsión, le recomendaría que lo dejara, siempre es mejor dar la cara, aunque te la partan, que convertirse en un furtivo.
No obstante, si opta por ese camino, al menos que mantenga la prudencia de no usar la misma literatura, aunque sea maquillada, en los distintos perfiles que use, pero claro, ahí también influye la capacidad de cada cual que, por mucho que uno se tenga por la octava maravilla, suele acabar cagándola y descubriendo el plumero a la tercera línea de comentario.
No ponga como imagen de perfil a un personaje de cómic o dibujo animado y luego mantenga las fotos personales, aunque luego las quite, pues cuando la cague yá ha sido usted identificado.
No conecte sus perfiles para los desmanes, no los relacione, tirando de los hilos se llega al mismo ovillo.
Si además intenta buscar complicidades para sus fechorías, argumentando para convencer que usa diversos perfiles, declarando el método, pues está abocado al fracaso pues los confidentes acaban yéndose de la lengua dónde no deben.
Lo mejor, sea usted mismo, en la vida real y en internet, y actúe en consecuencia. Si discrepa de alguien o desearía verter sus exabruptos contra él, utilice su identidad, dé la cara, le traerá menos complicaciones y su enemigo, al menos, puede que llegue a respetarlo, aunque sea como enemigo.
Si además la discrepancia es con alguien cercano, pues qué mejor que dialogar en persona, la tecnología ayuda pero no resuelve todo.  
Otra cosa es que uno use la red como onanismo, satisfaciéndose uno mismo al verse rodeado de multitud de otros "yos". Sintiéndose creador. Ese es otro problema, quererse es bueno pero idolatrarse acaba por hacerte caer y la hostia es más contundente cuando uno cae del Olympo, por mucho que se cuente con un par de palmeros de excasas luces. 
Internet no es un mundo al margen de la vida real. Es lo mismo pero multiplicado. Si usted es bazofia, en internet es un vertedero.