EN QUÉ PAÍS VIVIMOS

En qué pais vivimos en que hay policías antidisturbios. Qué despropósito.
Una policía represiva que usa la violencia para evitar que los ciudadanos accedamos a ejercer la soberanía popular al Congreso de forma directa, linchando a los representantes que la gran mayoría ha votado.
Una policía que no consiente que se vulneren los derechos de los demás no es una policía moderna y democrática.
Qué país en que la policía usa infiltrados. Eso es trampa, dónde se ha visto que se cuelen entre los delincuentes para vigilarlos e identificarlos y hasta detenerlos impunemente.
Qué país bananero es éste en que se carga contra manifestaciones ilegales.
Un país en que la policía usa la violencia en defensa de la ley es un despropósito.
Un país es que se considera delito injuriar, escupir y agredir a las fuerzas del orden es un país dictatorial.
Eso en otros paises no ocurre.
Tomemos ejemplo de países desarrollados como Cuba, Venezuela, Ecuador, Bolivia, o en la misma Europa, en qué país han visto a la policía cargar.
De todas formas de qué hablaríamos hoy, a quién podríamos linchar mediáticamente con lo que entretiene y lo bien que quedamos nosotros, progresistas de pro.

A PROPÓSITO DE SANTIAGO

FOTO: EFE
No tenía un servidor edad de votar cuando asistió a un mitin del Partido Comunista de España en el Teatro Lopez de Ayala de mi ciudad, Badajoz.
El protagonista, Santiago Carrillo.
Con curiosidad juvenil, la misma que me hizo ir a los de otras fuerzas políticas, me dediqué a escuchar las palabras de aquel hombre, del que sabía que hacía tiempo que formaba parte esencial de la historia reciente de esta península cainita.
Sus palabras, con contenido; algo que tanto se echa de menos hoy en día; sus gestos, su magnetismo, sus tablas de orador y sus argumentos, me convencieron a esa edad temprana que mi ideología tendría que derivar hacia la izquierda.
Nunca milité en ningún partido, como muchos saben, porque mi temperamento y mi heterodoxia me harían muy difícil compartir todo el ideario como si fuera un catecismo. Seguro que le ocurre a muchos de los que militan, y los admiro, yo no tendría paciencia y me daría mucha pereza comulgar a veces con ruedas de molino por la causa común de la organización.
Y Carrillo murió, como era de esperar por pura biología, y, como siempre, aparecieron los recuerdos, de lo bueno y de lo malo.
Habiendo vivido de forma activa una República marcada por la escisión y la quijada homicida levantada por varios frentes, una salvaje guerra fratricida, una brutal dictadura, la transición que se pudo hacer y esta época actual en que el capital ha sometido por completo a la política; es lógico que esa trayectoria esté plagada de luces y sombras. Como estuvo la de Fraga por otra parte.
El caso es que los enemigos de la memoria histórica, los que hablaban de no abrir cunetas para cerrar heridas, ahora ejercen la suya para hablar de Paracuellos del Jarama.
Ojalá se aclare fehacientemente todo lo que allí ocurrió, se despejen las responsabilidades que, según parece por lo que leo, no están ni por asomo claras, y se ilustre la historia con los nombres de víctimas y verdugos. Pero no sólo los de Paracuellos sino todos los demás, los de Badajoz, por ejemplo cercano.
Cuando los libros de historia se llenen de verdades dolorosas se podrán cerrar heridas.
Porque los que hablaban de que la memoria histórica era revanchismo, obvian que en el aparataje e instituciones del Estado, una vez restaurada la democracia, siguieron en sus puestos gentes que habían tenido responsabilidades directas e indirectas en la ilegítima represión que practicó un régimen ilegítimo. Y no hubo revanchismo en esos casos.
Y dicen que la muerte nos hace a todos buenos, pero no, no nos hace a todos buenos pero yo, porque me da la gana, me quedo con el hombre austero que lideró la más activa lucha antifranquista. El hombre que renunció a muchos principios por mor de la reconciliación, que se enfrentó a la URSS, a parte de su propio partido, y contribuyó a la intentona de convertirnos en un país moderno. Porque por encima del Comunismo amó la libertad y a su país.
Y se fue cargado de tabaco, amigos, enemigos e historia, mucha historia.
Salud.

PROFETAS, HEREJÍAS Y ESPANTADAS

Años de opresión, de férreas dictaduras y cuando llega la primavera lo que florece es el clero y el dogma, el retroceso al medievo.
Una imbecilidad de película, una chapuza que ni Telecinco, ha provocado más reacción que la tiranía y el abuso.
El honor del Profeta convierte a las masas en jaurías rabiosas y homicidas.
Lo sagrado por encima de lo real. El triunfo absoluto del timo más grande de la humanidad.
Y a estos los moviliza lo que consideran una ofensa a su religión, a la patraña de los tres libros, versión mahometana. A otros puede ser un club de fútbol y a otros una bandera.
Pero en Occidente somos tan listos que usamos las banderas a conveniencia. Mientras somos los ricos del club tensionamos y presionamos y así seguimos mandando. Ahora bien, cuando la cosa se pone chunga pues salimos a la calle, sacamos la estelada y nos queremos separar de la ruina común. 

BOLINGAS

Esta madrugada, concretamente a las cinco de la mañana, me encontraba escuchando la radio desde mi teléfono móvil. Sí, porque un teléfono móvil es de todo y quizá lo que menos sea ya es teléfono y, de tener personalidad tales objetos, tendrían una crisis de identidad indiscutible. Porque se les llama "smartphones" porque, en teoría son inteligentes, teniendo entonces que traducir literal inteligentófono, bueno, no sé, igual me estoy metiendo en un jardín.
A lo que iba. Escuchaba yo Radio Nacional, o lo que queda de ella, precisamente uno de los programas supervivientes a la purga del poder, el del "ciudadano García", el cual no debe estar muy contento por la intempestiva hora a la que fue trasladado el espacio. En el citado programa se hacen chascarrillos con lo oído en la cadena en las fechas recientes, especialmente con los errores de presentadores e invitados. Uno de los errores, en el cual incurrieron diversos profesionales del medio, fue el cambiar "Bolinaga" por "Bolinga", refiriéndose a ese personaje de moda en estas fechas por ser un hijo de puta redomado, estar enfermo, terminal o no terminal, y por su puesta en libertad atendiendo a la gravedad de la enfermedad, a una supuesta negociación, o a saber qué historias que se traen los políticos con el puñetero tema de estas alimañas en vías de extinción.
Me hizo gracia lo de "bolinga" y que fueran varias personas las que cometieran la misma equivocación. Porque no sé si el energúmeno en cuestión será aficionado a estar bolinga o no, creo que las medicaciones no dan mucho margen, aunque algo bolinga habría de estar para haber matado como mató y para haber mantenido a una persona en la condiciones más infrahumanas que se pueden imaginar, abandonada para que muriera de manera horrible tras una larga agonía.
Bolinga debe de haberse puesto Mariano para apelar ahora a la legalidad vigente y al respeto a las resoluciones judiciales cuando no dudó en apoyar todo tipo de exabruptos, manifestaciones, injurias, etc., contra el anterior presidente del gobierno por hacer lo mismo que se está haciendo ahora y que la oposición actual no utiliza en contra del gobierno cómo en su día sí se utilizó.
Porque bolingas deben de estar los tertulianos que se rasgan las vestiduras, los correligionarios del partido del Gobierno, entre ellos alguno que fundó más de una empresa de seguridad, financiadas con dinero público, para dar protección a los concejales y que ven que el negocio no parece que vaya a mantenerse durante mucho tiempo.
Los más bolingas de todos deben ser los de BILDU y equiparados, tan pacifistas ellos, que reclaman humanidad para con sus alimañas cuando nunca reclamaron la misma para con sus víctimas.
Y los que sí deben de estar cocidos del todo son cierta izquierda de este país que se empeña con vehemencia en justificar los beneficios para con estos malnacidos. Vehemencia que no pusieron otrora en defender a otros colectivos, más bien todo lo contrario, colectivos que sufrieron el azote del terror como nadie y con cuyo trabajo se consiguió que ahora se pueda hablar del fin de la violencia.
Que el "bolinga" o Bolinaga salga o no pues, como que casi me la trae al pairo porque me hastía más el patético espectáculo del politiqueo alrededor de los dolores y los terrores. Que se haga lo que se tenga que hacer y si está terminal que se muera, en su casa, en la cárcel o donde sea. Si no lo está, pues que vuelva a la celda, que será siempre más cómoda que la que le diseñó como tumba a un hombre inocente.

LA ERA RAJOY y la parte contratante de la primera parte.

Hoy es una fecha más a reseñar en esta etapa histórica que vamos a bautizar, así, por que se me pone, como "La era Rajoy". A pesar de ser un ateo irredento e irreverente no vamos a denominarla como "la etapa Mariana", porque me parece demasiado.
Mariano llegó al poder, por fin, ya le costó,  no porque ganara unas elecciones sino porque más bien otro partido las perdió estrepitosamente.
Ese partido que perdió, perdió precisamente por, entre otras cosas, comenzar a incumplir puntos de su programa electoral por lo que ahora se llama la presión de los mercados y las imposiciones de la eurozona. Pero al pueblo no le valieron las justificaciones y los mandó a casa, a que se fueran pensando las cosas, y optó por dejar al registrador y su flamante equipo a ver si arreglaba el desaguisado.
Y nada, ahí llegó Mariano, cuasi invisible, con Soraya como ariete.
Primero fue que las cuentas no salían y que el equipo saliente había traspapelado algunas facturas. Luego resultó que no sólo fue el equipo saliente sino que también, algún elemento del equipo entrante, en sus feudos autonómicos, había hecho más de lo mismo o incluso peor.
Y Mariano comenzó a arrancar hojas del contrato electoral a conveniencia de Fräu Merkel. Al estilo Groucho: "La parte contratante de la primera parte es la parte contratante de la primera parte..." y ras, promesa a la papelera.
Así comenzaron a joder a la parte contratante de la primera parte y la parte contratante de la segunda parte seguía achacándolo a lo mal que lo habían hecho los otros, que se habían quedado sin ser parte contratante.
Pero no sólo se saltaron el programa sino que dinamitaron los pilares del neoliberalismo. Los impuestos, idiota, los impuestos. Con gran dolor de corazón y muy poca vergüenza iniciaron la aceleración de la asfixia del españolito que vienes al mundo, te guarde Dios.
Para contentar en lo posible a la parroquia, a la que lo de los impuestos dejó estupefacta, empezaron por los que se lo merecen. No las grandes fortunas y los especuladores de los mercados, no, faltaría más, hay que darle caña al proletario, al funcionario, al pensionista, al parado, etc. Al que paga siempre y casi seguro. A ese al que el director de la sucursal le intimida cada vez que intenta hacer un movimiento de sus ahorros si es que ha podido ahorrar algo.
Y este nuevo dios que nos ha caído aprieta pero sí ahoga. Y da igual pues tampoco gana confianza en los mercados ni en la eurozona y cada vez que habla un ministro sube el pan, y la gasolina, y la luz y el agua mientras en Bruselas se descojonan vivos mientras estrangulan a nuestro Chiquito de la Calzada. Los pufos crecen a pasos agigantados azotados por la famosa prima y por este sistema que, habiéndose demostrado fallido, sigue creciendo de manera mórbida fagocitando ciudadanos.
Pero resulta que también defraudan a los que los jalearon ocupando las calles contra aquel "amigo de los terroristas" que, al parecer, era el anterior presidente del gobierno y ahora resulta que lo que antes era traición a España ahora es legalidad vigente. Antes no, claro, antes no.
Y hoy le tocó al IVA, y a la sanidad universal y gratuíta, y mañana ya veremos que, a este paso, justificándonos en lo que pasa fuera y en los mercados y en la madre que parió a Panete, conseguimos hacer ese idílico país que siempre imaginamos de hospitales privados, colegios de curas, obreros sumisos y cartillas de racionamiento, para compensar un poco.
Un país bipolar, de ricos y pobres, como Dios manda, Mariano, como Dios manda.