EL NUEVO FASCISMO

El nuevo fascismo se disfraza de apolítico, de independiente. La culpa de que este ácido caldo de cultivo se extienda como la pólvora la tienen las organizaciones representativas, tanto políticas como sindicales y empresariales, que, o bien acogen en su seno todo tipo de corruptelas institucionalizadas, o bien miran para otro lado, o bien no transmiten la limpieza que la ciudadanía y la situación del país demandan.
El nuevo fascismo no canta el "Cara al Sol" ni anda por las calles apaleando rojos. Son más sutiles, infiltrándose en el desencanto, propagan todo tipo de falacias para acrecentar las miserias reales, que no son pocas.
Están en la derecha, como no, pero ejercen de independientes viendo la innegable ruína a la que nos lleva el liberalismo. Están en la izquierda apuntados a todos los carros y exacerbando la desafección a las instituciones. y no les importa mezclarse entre rojos, anarquistas o gente cabreada a la que no le queda otra que agarrarse a un clavo ardiendo.
En ese nuevo fascismo no es raro el solidarizarse con los desahuciados y demás desfavorecidos, pero no se pierde la oportunidad de cargar las tintas contra colectivos críticos como, por ejemplo, los intervinientes en los Goya, utilizando la simpleza de que son rojos con dinero, como si el ser de izquierdas implicara voto de pobreza como si fueras franciscano.
Y no digo que la crítica no sea legítima, lo que huele mal es la intencionalidad final que se transluce.
Si bien critican al gobierno de derechas, no tienen ustedes más que seguirles un poco para ver dónde suelen cargar las tintas. En el reloj del sindicalista, en la pasta de la Verdú o el Bardem, etc., etc.
Sé que alguien pensará, alguien que siga mis publicaciones y mis intervenciones en las redes sociales, que yo suelo practicar el mismo método, dando caña a diestra y a siniestra, y tendrá razón, pero lo que varía es la intención final. Yo siempre he sido independiente, de izquierdas pero independiente, y me duele más la izquierda que padecemos que lo que es la derecha,  pues la derecha es lo que es, derecha, mientras en la izquierda hay mucho desorientado que lo mismo podría estar en la CNT que en Falange Española de las JONS, simplemente fue llevado a esa opción por el contexto y las compañías.
Pero mi intención nunca ha sido acabar con la política ni despojarles del sueldo a todos, más bien al contrario, siempre defendí que el político tenía que estar mejor pagado que el resto por lo que supone representar a los ciudadanos, eso sí, representarlos sin timarles con el programa electoral y ejerciendo el servicio al pueblo desde la más estricta honestidad y ejemplaridad.
Y son tiempos en los que cualquier fascismo prospera, miren por ejemplo hacia Grecia, pero aquí estamos aprendiendo a ser más sutiles y se disfraza de justa indignación la defensa de ciertos intereses bastardos, viendo la oportunidad de que fructifique el sueño autoritario que siempre se tuvo dentro.
Piensen en esto cuando naveguen por el Facebook o el Twitter y comparten algunos cartelitos graciosos. Miren quién lo comparte y qué finalidad última pueden tener. No digo que no compartan mensajes con los que están de acuerdo, simplemente les invito a hacer esa reflexión. 

BLOGUEANDO UN TWITT

Suele ser al revés, se twittean posts del blog, pero hoy, que estoy especialmente vago, lo voy a hacer a la inversa.


VAYA TROPA

Mariano nos dió el sermón.
Que es falso todo, que no, que es víctima de un complot judeo-masónico, el agit-pro mediático que intenta cercarle, a él, un político íntegro y un registrador de la propiedad intachable. Que ha perdido dinero por kilos metiéndose en política.
Que mira tú que la oposición haga caso a cosas que se publican en diarios de máxima tirada, es que... vamos, qué deslealtad, y no con él o su impecable partido, no, con ESPAÑA.
Si así se pretenden despejar las dudas que sobrecogen a la ciudadanía vamos listos.
Cómo se nos ocurre, populacho ingrato, protestar contra lo que parece a todas luces un mangoneo con el daño que puede hacer eso a la Patria. Cómo es eso de cercar al partido mayoritario, el que ganó unas elecciones para llevar al país adelante incumpliendo cada punto y coma del programa.
Por el bien de nuestra sociedad, según nuestro protolíder, debemos seguir tragando y mirando el fútbol o las series de José Luis Moreno y su troupe. Que todo se va a arreglar, que nos lleva por el buen camino, como para ahora estropearlo todo por un quítame allá esos sobres.
Que allá Bárcenas y sus apuntes, que es como si no hubiera existido ni tenido nada que ver con el clan.
Que allá el confetti de Ana Mato que son chiquilladas y no nos llevan a ningún sitio.
Que el pueblo lo que tiene que hacer es sacrificarse por el bien de la nación, sin hacer caso a informaciones y malos pensamientos que sólo conducen a la turbación y el desasosiego. Sacrifíquese pero no piense.
Vaya tropa. 

LO PEOR

Lo peor no es que pasara, que pasó. Lo peor es que lo veían normal, lógico, justo y necesario, nuestro deber y salvación darles gracias siempre y en todo lugar por robarnos tan impunemente. 
Porque cobrar dinero negro es robar, sí, se lo digo a todo el que no lo tenga claro, sea político o escayolista. 
Es robar porque no se contribuye por lo que los demás, los ineptos honrados, contribuimos cada vez más, hasta la asfixia. 
Es robar porque cuando alguien da dinero negro, qué no tendrá oculto. 
Cuando alguien blanquea a través de sobres suculentos a cargos políticos o altos funcionarios lo hace con un fin, una contraprestación que nos seguirá costando dinero blanco a los demás a través de las esquilmadas y a la vez insaciables arcas públicas. 
Porque el dinero no desaparece, simplemente se ennegrece y se blanquea en un perverso ciclo que cada vez que pasa por la gente decente es para adelgazarle la cartera. 
Lo peor no es que pasara en el partido mayoritario actualmente, lo peor es que las reglas del juego estaban así, a la medida y conveniencia de cada cual, y el que esté libre de pecado...
Lo normal, una gratificación por la ingrata labor del servicio al ciudadano. 
Una temporada en la política trincando y cuando acabes, te tengas que ir o te echen, no te preocupes, que chiringuitos financieros, energéticos, telecomunicaciones o fundaciones varias, hay a espuertas para acogerte y que no quedes en paro y a seguir estrujando la generosa teta de la madre España. Que para mantenerte están los currantes, ¡ah!, coño, que casi no quedan currantes, igual se nos acaba el chollo, pues fabriquemos autónomos, que se cotizan solos y no hay que indemnizarlos cuando acaba el contrato. 
Lo peor no es que sean mayoría, que quizá no la sean, los que trincan, digo, lo peor es que el político honrado está más despistado que un pulpo en un garaje, y no sabe qué hacer. La mierda aprieta y acaba ahogando. 
Lo peor no es lo de ahora. Lo peor es que es lo de siempre.