LA VERGÜENZA

La transparencia es tal que te trasluces, por mucho que amañes comparecencias, porque da igual que niegues o que te invistas de "Estado de Derecho", personalizado en tí como si de un monarca absolutista te trataras.
Dan igual opacidades y silencios pues el hedor rebosa toda cloaca y la gente es menos tonta de lo que parece y el olfato no engaña.
Seguimos anclados aquí, en esta especie de "Día de la marmota", tras años de reclamar un cambio de actitud en la política, padeciéndoos sin remedio, enrocados en el mismo "modus operandi", al que no renunciáis.
Y claro que tiene más credibilidad Luis "el cabrón", por muy delincuente que sea y, quizá precísamente por eso, porque no tiene nada que perder diciendo la verdad y quizá mucho que ganar. Porque mintiendo sólo empeora su situación procesal y colaborando puede mejorarla. Esto es de libro, Mariano, parece mentira que no lo sepas.
Así que tu gobierno y tu partido son ahora los que están bajo más que fundadas sospechas.
Sospechas de financiación irregular y, lo que aun es peor, de unte a cambio de sustanciosos contratos públicos. O sea, que los sobres son al final llenados por los de siempre, por los paganos de todas vuestras historias, por el pueblo cada vez menos soberano.
Pero aparte de todo, que ya apesta con suficiencia, mentir está muy feo y hacerlo de la burda y grosera manera con la que lo hacéis es aun peor.
Aparte de todo, hay algo fundamental que siempre obviáis.
La vergüenza, Mariano, la vergüenza.