Que en Mieres nieva, claro, todos los años. Que hiela, por supuesto. Que venía un temporal de tres pares de narices, pues también. Pero este Ayuntamiento es soso y la sal, la preceptiva, brilló por su ausencia y así estaban algunas calles de Mieres.
Creo que los ecologistas tienen mucha razón. Con tantas toneladas de sal vertidas por calles y carreteras, estamos elevando la salinidad e las aguas superficiales de arroyos y ríos y las aguas subterráneas también. Hay que sopesar serenamente este fenómeno. ¿Existen alternativas?
Expláyese, no se prive, pero use un nombre, aunque sea un pseudónimo. El anonimato nunca es síntoma de buena fe. Para atacarme personalmente elija otra vía.
Creo que los ecologistas tienen mucha razón. Con tantas toneladas de sal vertidas por calles y carreteras, estamos elevando la salinidad e las aguas superficiales de arroyos y ríos y las aguas subterráneas también.
ResponderEliminarHay que sopesar serenamente este fenómeno. ¿Existen alternativas?