PLANETA DE LOS SIMIOS

El espíritu de la jauría recorre las avenidas 
y las nubes de datos, 
que crean borrasca 
de falacia y odio envejecido 
en barrica de árboles arcanos. 

El primate con bandera 
baila la danza que le marcan 
los que le esconden el pienso
y resuena la fanfarria enmohecida 
y el toque de a degüello 
hace mella en cabezas vanas. 

Dispositivos inteligentes 
multiplican los eructos 
y el hervor de la sangre 
que te lleva a la quijada 
con la marca del hermano. 

Mientras tanto la razón enmudece, 
parapetada y atónita, 
sin ver buena salida 
al planeta de los simios. 


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