FÁBULAS DE SOFÁ

Estando tumbado en el sofá, como es habitual, asistí a como en mi pie izquierdo, entre el pulgar y el índice, me brotó un hongo.
-Hola.
Me dijo.
-Hola.
Dije yo.
-Que aquí estoy, así, de repente.
-Vale.
Le contesté.
Por entablar conversación, que uno es muy sociable, le pregunté.
-Oye, ya que estás aquí y por un “pour parler”, ¿a quien vas a votar en las próximas elecciones?
-Yo a VOX, por supuesto.
Me quedé perplejo un rato pero se me pasó en cuanto asumí que la reflexión partía de una infección. No obstante mi afán investigador me hizo preguntarle.
-¿Por qué a VOX?
Y respondió de una manera resolutiva y con una soltura y un desparpajo de todo punto admirable.
-Porque soy un parásito muy básico, ávido de estiércol, y me reproduzco por esporas.
Y colorín colorado, este cuento ojalá que esté acabado.

LA TIERRA MEDIA DEL CAUDAL.

Al final el realismo mágico está más incrustado en Mieres de lo que yo pensaba.
Aparecieron los pasquines con leyendas en élfico y nadie fue, luego se fue sabiendo, se sigue sabiendo cada vez más y todavía se sigue invocando a trasgos y xanas que iban en diversos vehículos por toda la Comarca.
Seres del bosque de los que nadie sabía y se sigue insistiendo en llevar el anillo a las urnas del Monte del Destino.
Mucha fuerza tiene el anillo de poder que transforma en Gollum a quienes fueron honrados Hobbits de la Tierra Media.
La Comunidad del “imaxinativo” anillo, insiste en salvarnos del mal de Mordor. Como si Aníbal fuera Sáruman y hubiera izado las dos torres con orcos creados con dinero negro del que nadie aporta pruebas.
Quisiera yo que los heroicos jinetes demostraran las acusaciones contra el perverso alcaldable para que confiara en tan honorable hermandad, pero hasta la fecha lo que va emergiendo es lodo y una persistencia en el error que recuerda a un Minotauro acorralado.
¡Hala, a despotricar!

AUTOAYUDA.

Lección 1 y seguramente única.

Te mueres de estar vivo.

Ninguna enfermedad ni discapacidad es una bendición. Asumirla y enfrentarla es la mejor opción a estar llorando por los rincones.

Te salvan los médicos si pueden. Si no pueden te mueres, lo cual te va a ocurrir un día u otro.

Ni el resto de la humanidad ni las personas cercanas ni tú mismo tenéis culpa de nada.
La culpa es una estafa más de la miserable educación que nos dieron.

Lucha por no tener dolor, es injusto morir retorciéndose.

Cuando pasas por una enfermedad grave que te hace rozar la muerte puede que tengas el nivel de paciencia bajo mínimos. Intenta subir ese nivel pero tampoco tienes por qué padecer a nadie. Es perder un tiempo valiosísimo. De vez en cuando, mandar a la mierda a alguien, es terapéutico.

Reconócete en tus limitaciones e intenta paliarlas con todos los recursos a tu alcance. Llegarás hasta donde puedas llegar y no pasa nada.

Que no te timen. El buen humor no te va a salvar pero te hará todo más llevadero.

Aprovecha el tiempo en leer y aprender. Disfrutar  del arte y la música es más productivo que lamerse las heridas.

Somos mucho y somos nada. Asumir la realidad ayuda más que rezar a seres imaginarios.

Y no sigo que al final me publican.

PALABRA DE GURÚ

No sé si os lo he dicho algún día, si no lo he hecho os lo voy a decir ahora. Si lo dije lo repito por si alguien no se enteró o es nuevo en la parroquia: Un servidor de ustedes mea colonia. 
Mea colonia y levita de vez en cuando de manera inevitable, pues tiene una involuntaria tendencia a mirar a los demás desde arriba. Supongo que será cuestión de perspectiva. 
Desde arriba siempre uno juzga mejor a sus semejantes y ve cosas que los demás no ven. 
A veces, esas espontáneas levitaciones se salen de madre y me da el mal de altura porque entonces empiezo a alucinar. Es lo que tenemos los místicos sin titulación, que no sabemos gestionar el éxtasis.   
No obstante, nada de lo divino o humano nos es ajeno. 
Lo mismo estamos cuánticos y nos perdemos en el horizonte de sucesos de un agujero negro, que redactamos un catecismo de obligado cumplimiento, eso sí, para los demás. 
Yo, en particular, para que no digáis que no hablo de mí, voy matando gente a capricho una noche sí y la otra también. Es lo que tiene la superioridad, que otorga cierta tendencia a la psicopatía. 
A pesar de eso no dudo en convocar marchas de protesta, contra otros psicópatas de medio pelo, y a exigir manifiestos de condena. 
Aparte de las levitaciones y la urea destilada, uno tiene muchas otras virtudes. 
Nado y guardo la ropa, meo sin echar gota y repico estando en misa. 
Si me pinchan no sangro porque tengo la sangre de horchata. Que hace falta que la sangre esté fresca para que la conciencia se escarche. 
Y alguien se preguntará por qué cojones os estoy contando esto. 
Pues porque, siendo como soy, con mi condescendencia compulsiva, creo que os conviene saber con quién os jugáis los cuartos, almas de cántaro.  

REALISMO MÁGICO EN EL CAUDAL

En este concejo mágico, de los más mágicos de este Principado de cuento, las leyendas y los incidentes paranormales están a la orden del día. 
Si encima andamos en periodo electoral, Iker Jiménez mira para otro lado pues no daría abasto y necesitaría varios milenios para desentrañar fenomenología en esta cuenca del Caudal. 
A nivel local, que es lo que nos gusta a los mierenses, tenemos derecha: PP, FORO, CIUDADANOS y VOX; que es una amalgama de huidos de Foro y otros reclutamientos surrealistas; Ciudadanos también tiene lo suyo, pero da para otro debate. 
En la izquierda, por poder, podemos hablar del PSOE como primera fuerza política tradicional pero claro, apareció Aníbal por IU y cambiaron las tornas, que lo municipal es mucho de personalismos y a ese señor lo votaron hasta muchos de los más de derechas. 
Existe IU por Aníbal, poco más si se retira, pero luego tenemos SOMOS que son PODEMOS pero a ratos y Unidas Podemos son para lo de Madrid y Europa que lo autonómico y local no cuela o no lo tengo yo muy claro que es todo un sindiós y no sé si somos, si podemos seguir Unidas y si en realidad unidas podremos. 
Por si éramos pocos parió la abuela e imagínate tú que un elenco de rojos de tronío y pedigrí monta “Imaxina Mieres”, como si Mieres ya no existiera y fuera una ensoñación que hay que “imaxinarse”. Alguna gente que tuvo tiempo de “imaxinar” cuando ahí estuvo, al mando, pero bueno, líbreme Teodoro Cuesta de especular que yo soy un inmigrado faltoso. 
Luego vamos a lo paranormal, al realismo mágico que crea clónicas máscaras de concejal en el portal domiciliario, corrosivas sustancias en carrocerías de ediles “imaxinativos”, páginas decepcionadas y decepcionantes, panfletos y esquelas, muchas esquelas, que es lo que se lleva ahora. 
Lo de los panfletos difamantes pasó y, dado el estilo y argumentario, ha conseguido el efecto contrario al perseguido, lo cual hace aflorar reflexiones delirantes y deliradas de insinuaciones a medio tono, con superioridad moral clásica y de serie en los “históricos” de lo zurdo. 
Entre esnife y esnife, ketaminas y cuarzos, en Mieres nos brotan los trasgos a cada poco y tiran de multicopista mágica para que no nos aburramos. 

Pero que nadie se engañe, que la mitología mierense no precisa de sustancias para aflorar criaturas revoltosas que den diversidad y diversión al tema de lo político.