Tras un intenso, prolongado y cuasi magistral bostezo, voy a intentar salir del letargo de pasión y vigilia y me dispongo a estoquear un poco, casi como en mis mejores tiempos.
Han seguido pasando cosas, aunque no he prestado demasiada atención, pues bien saben que me encontraba en menesteres mucho más trascendentes.
Del resultado electoral podría hacer un análisis sesudo o, como siempre, arbitrario y superficial.
Ganó la mirada positiva aunque en breve nuestras cuentas corrientes quedarán más de una vez en negativo, lo cual creo que no lo evitaría ni el mejor Rato y mucho menos el eléctrico Pizarro, pues lo de los dineros es global, sin más bandera que la de las tibias cruzadas y la calavera, y anda la cosa muy revuelta empezando por el imperio y sus barriles a más de cien dólares de vellón.
Y el de positiva mirada descansa en Doñana, reflexionando sobre los ministrables, atento a las quinielas tertulianas y columnarias.
Se habla de una mujer en defensa. Bien, aunque lo que no me gustan son las intenciones más efectistas que efectivas. Claro que puede haber una mujer en defensa, pero por su capacidad y no por ser mujer y dar un toque de novedad y glamour paritarista. La verdad es que pienso en Maleni liderando la defensa nacional y se me abren socavones en el mismo CNI y no puedo evitar ver a la División Acorazada "Brunete" desfilando en tractor y a la cabra de la Legión más engrifada que de costumbre.
Rubalcaba también reflexiona, lo lleva haciendo desde el 82, y es que reflexionar es bueno, recomendable, y en sus reflexiones está el consejo de hacer un pacto de gobierno estable, pacto que no gusta al del ceño arqueado cual claustro monacal. Que quiere gobernar solo y negociando en corto, que tiene más escaños y menos ladillas, pues éstas quedaron depuradas por el "ZZ" electoral.
Carod, como no podía ser menos, echa la culpa a España y al antipepeismo de su derrota, como Llamazares culpa al "tsunami" bipartidista, ola ésta que no ha hecho otra cosa que poner a cada uno en su sitio.
Y en su sitio quiere Urkullu poner al PNV, en el sitio que debe estar, y en su sitio, en consecuencia, poner a Ibarretxe y sus delirios que han logrado que el PSE le arrebate votos a mansalva. Y es que el pueblo no es tan tonto como parece, aunque nos represente Chikilikuatre en Eurovisión, y lo que pide es soluciones y no fantasías animadas de ayer y hoy.
Fantasías animadas que hacen posible que un parque infantil lleve el nombre de un asesino. Y cuando esto ocurre, y que tenga que ser la familia de una de sus víctimas quien recurra a la Justicia para desfacer el entuerto, es que algo no funciona. Y no funciona por el mirar hacia otro lado constante de las administraciones de uno u otro signo.
En telecinco le preguntaban a un señor vasco, muy vasco, sobre el caso y, con lógica aplastante contestaba con otra pregunta: "¿No era un asesino?, entonces, no puede estar el nombre ahí".
Con otra lógica, otra señora, también vasca, muy vasca, con cara evidente de Aeneuvista, porque existe gente con cara de proetarra y no lo puede remediar, decía "Lo primero es el pueblo. Y era un hijo del pueblo y por qué no va a estar ahí. De una familia de tradición del pueblo". Vomitaría si hubiera desayunado y si no estuviera ya vacunado contra tanta hijoputez congénita.
Esta hijoputez, la de callar ante la sangre ajena, es la que hizo que Ezquer Batua, la Izquierda Unida de Madrazo el moldeable, rompiera su pacto con ANV en Mondragón. Hubo de morir un ex concejal para hacerlo pues la muerte de guardias civiles es otra cosa y es más asumible para ellos no condenarla, más comprensible. Así se mueven los fieles de las balanzas con los cadáveres. A lo mejor, aparte del "tsunami", esta clase de despropósitos tuvieron algo que ver en el descalabro de Supergaspi, el líder virtual.
En otro orden de cosas, a pesar del descalabro, José María el docto, tan encantado de conocerse como siempre, insiste en defender su cruzada. Bueno, la de su amigo Jorge, y afirma que Irak está mejor tras la hazaña que con Sadam.
Hombre, con Sadam, el ahorcado, no estaban bien puesto que vivían en dictadura, y eso no está bien, pero no había terrorismo integrista, supongo porque el que asomaba la cabeza era decapitado. Había un indiscutible terror de estado, pero algo más incruento que el actual, y a las cifras me remito.
Ahora el pueblo irakí es libre, libre de morir en cada esquina a manos de una facción u otra o del fuego amigo libertador. Hay elecciones y la gente va a votar sorteando explosiones, tanques, empresas privadas de seguridad y suicidas cargados de dinamita y versículos. Viva la Libertad.
Mientras Aznar lanza sus salmos y sus verdades, en su partido, el que aún preside, al menos honoríficamente, ha habido zaplanazo y comienzan a verse las consecuencias de la nefasta campaña electoral de cuatro años de duración. Acebes sonríe con mandíbula desencajada y puesta a remojar y, por ejemplo, en Asturias, comienzan a verse movimientos y ruidos de sable para desbancar al omnipresente Ovidio, pero aquí, qué cosas, es el ala derecha, más derecha, con Alicia Castro Masaveu a la cabeza, conspiranóica confesa, la que parece querer despuntar.
A nivel local, para que vean ustedes que las cosas están cambiando, los grupos municipales socialista y popular, ambos de buen talante, se ponen de acuerdo para cobrar un impuesto de basura a los propietarios de plazas de garaje. Basura que no se produce ni se recoge, pero que, a euro la cochera, supone un alivio a las arcas. Los vecinos cabreados y los dos partidos, en teoría opuestos, de la mano a la hora de sangrar al prójimo. Esto sí que es un "tsunami" bipartidista pero en alegre armonía.
Cosas veredes.
Disfruten y abríguense que no está el tiempo para lucir moyas.