Es el doce un año triste. Un gobierno triste, presidido por un triste que de tristeza no aparece, sólo tristeza nos ofrece.
Tristes medidas para entristecer más si cabe a los condenados a la tristeza.
Medidas necesarias, dicen, dada la herencia, porque éstos siempre heredan mal. Necesarias para sus objetivos pero apoyadas en los de siempre. En el que siempre paga y pagó y nunca elude.
En el funcionariado, víctima de todas las glaciaciones posibles, de gélidos salarios desde el inicio de los tiempos, cuyo poder adquisitivo siempre tendió a la baja mientras otros, henchidos de burbuja, se embolsaban sobres en "B". Culpable siempre y víctima propiciatoria al que se puede maltratar con saña y hacer que cale en la población el mensaje de que lo tiene merecido, por privilegiado.
Se le congeló sin llegar a la descongelación nunca y se le robó de su humilde bolsillo lo que no recuperará nunca.
Subida de impuestos, a regañadientes según la patrulla X de gente sobradamente preparada para la jodienda, pero que repercutirá en los mismos, en los que siempre pagaron.
Reforma laboral que no creará empleo sino que facilitará más su destrucción. Moderación salarial, claro, pues son los salarios los culpables de la crisis, también, y nunca los beneficios empesariales cuando los hubo a espuertas.
Un año negro, en el que se cuestiona ese invento del estado del bienestar pues el bienestar siempre tuvo unos destinatarios.
Y este año gris puede que sea sólo el comienzo de una era negra, oscura, en la que tornemos al feudalismo germánico, vasallos todos de la metrópolis rica, la señora afable y el embriagado mayordomo francés.
8 comentarios :
Iba a decir que algunas te las tenían que publicar en los periódicos.
Pero luego pienso: "¿y por qué se va a rebajar de esa manera?"
Gran artículo, en forma y en fondo.
Triste y grande la descripción.
Mas alto se puede, mas claro no
Incuestináblemente, es un gobierno triste. Incluso de tono grisaceo.
Al menos no tiene esa chispa que derrochaban los socialistas y no sale glamurosamente forrado de pieles de animales en la portada de la revista Vogue.
Pero le recuerdo que venimos de los de “Defendamos la alegría”:
http://www.youtube.com/watch?v=ipeNvzpF0oE&feature=fvwrel
Benedetti
Y olvidaron que la última estrofa del premonitorio o sabio, o ambas cosas a la vez, poema de Benedetti decía que había que defender la alegría … “tambien de la alegría”.
Hoy, vemos que los alegres chicos del PSOE, nos han dejado un país saqueado alegremente.
Con 5.000.000 de parados desternillados a carcajadas. Unas divertidísimas victimas del terrorismo. Unos escolares que se lo pasan estupéndamente en los últimos puestos del “Informe Pisa”. Y unos soldados muertos de la risa en Afganistán.
Consecuentemente toda esta alegría, ha hecho que seamos el hazmerreir de Occidente. No podía ser de otra manera.
Quizá, nos venga bien dejar de reirnos tanto y respirar un poco de aire fresco.
Para recuperarnos y que dentro de un par de legislaturas, la izquierda dicharachera y chistosa del Juana Chaos, el aborto, la eutanasia y las fosas comunes, pueda volver a saquearnos.
Un Oyente de Federico
A ver, Don Oyente, que no seré yo quién defienda las alegrías de los anteriores que, entre otras gracietas, me sustrajeron de mi pecunio lo que no recuperaré en la vida.
No sé si estos lo harán mejor, ojalá, pero la fórmula siempre acaba pagándola el mismo.
El Sr. Rajoy se quedó corto en la rabaja de subvenciones a los sindicatos, pero menos corto que Elena Salgado con el déficit del 2011 que termina. ! Ala, a la calle, es hora de manifestarse! No para el recorte de sueldos de funcionarios pero, sí por la congelación . Hace 45 años que no se congela el salario minímo pero... no se conoce en la historia, una bajada de pensiones de nuestros padres y abuelos... !Que mas dá! y luego,´lloramos hipócritame por antepasados que murieron en una guerra fraticida, pero solo algunos muertos se lo merecen, depende de quien fueran los asesinos, a éso le llamo yo, memoria histórica selectiva y muy cara en tiempos de ajustarse el cinturón.
Doña Pilar, en primer lugar gracias por su visita y comentario.
En cuanto a lo que escribe no tengo mucho que rebatirle, anteriormente critiqué medidas del anterior gobierno.
Sobre la memoria histórica le diré que los desmanes del bando perdedor fueron pagados con creces por los que los protagonizaron y los que no, que fueron represaliados en la guerra, tras la guerra y durante cuarenta años de dictadura. Los desmanes del bando vencedor quedaron impunes y se les rindieron honores.
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