La "Casa del Nepo" y, en su nombre, su único portavoz autorizado y titular de la misma, con el fin de no alentar especulaciones e inquietudes con respecto a su estado por parte de sus amistades, seguidores y "haters", emite el siguiente comunicado oficial:
Por cosas de la física cuántica, la biología molecular, las mutaciones celulares y no sé cuántas implicaciones más, aparte del tabaco, resultó que la afonía no era una pose de poeta maldito y canalla, sino que se debía a una "neoformación", una "lesión tumoral", en definitiva a un cáncer de laringe como un puto demonio, que, si no me cuesta la estancia en este, nuestro planeta, seguro que me va a costar la laringe entera y alguna zona anexa.
La intervención será inminente y el proceso de adhesión al Reverso Tenebroso, convirtiéndome en todo un Darth Vader, también.
Con mi voz no se pierde ningún episodio glorioso de la lírica y con la persona entera tampoco mucho pero, particularmente, asumiendo mi condición perecedera, no tengo ninguna prisa por dejar de dar la tabarra.
No voy a hacer un ejercicio de "buenrollismo" y optimismo del enfermo de cáncer ni hacerles partícipes de mis odiseas y mi afán de superación en un canal de YouTube, pero tampoco me verán llorar por las esquinas, y si alguien me ve que no lo cuente, gracias.
Agradeciendo el sincero interés de muchos y la morbosa curiosidad de algunos, tendrán noticias mías, como hasta ahora, aunque creo que con menor frecuencia, con lo que también descansan.
El servicio de otorrinolaringología del Hospital Universitario Central de Asturias me tiene en sus manos, en cuanto me llame para iniciar la obra de derribo.
Nos vemos en las redes y en los bares.
Atentamente,
Juan Luis Nepomuceno González.
Por cosas de la física cuántica, la biología molecular, las mutaciones celulares y no sé cuántas implicaciones más, aparte del tabaco, resultó que la afonía no era una pose de poeta maldito y canalla, sino que se debía a una "neoformación", una "lesión tumoral", en definitiva a un cáncer de laringe como un puto demonio, que, si no me cuesta la estancia en este, nuestro planeta, seguro que me va a costar la laringe entera y alguna zona anexa.
La intervención será inminente y el proceso de adhesión al Reverso Tenebroso, convirtiéndome en todo un Darth Vader, también.
Con mi voz no se pierde ningún episodio glorioso de la lírica y con la persona entera tampoco mucho pero, particularmente, asumiendo mi condición perecedera, no tengo ninguna prisa por dejar de dar la tabarra.
No voy a hacer un ejercicio de "buenrollismo" y optimismo del enfermo de cáncer ni hacerles partícipes de mis odiseas y mi afán de superación en un canal de YouTube, pero tampoco me verán llorar por las esquinas, y si alguien me ve que no lo cuente, gracias.
Agradeciendo el sincero interés de muchos y la morbosa curiosidad de algunos, tendrán noticias mías, como hasta ahora, aunque creo que con menor frecuencia, con lo que también descansan.
El servicio de otorrinolaringología del Hospital Universitario Central de Asturias me tiene en sus manos, en cuanto me llame para iniciar la obra de derribo.
Nos vemos en las redes y en los bares.
Atentamente,
Juan Luis Nepomuceno González.
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