Y EL PLUS P'AL SALÓN

Lo mismo que un antisemita no es el más adecuado para ser embajador en Israel, un fascista no puede ser secretario de estado de inmigración o un ateo anticlerical puede representar a nadie en la Santa Sede, pues lo mismo no puede ser consejero de interior, o cualquier otro cargo relacionado con la seguridad pública, alguien al que le salen sarpullidos nada más ver un uniforme policial y, con los complejos propios de la izquierda más izquierda de todas las izquerdas, pretender convertir a los policías en una secta "hippie" que vaya repartiendo flores a los maleantes y reeducándolos con citas de Ghandi o Lennon.

Los policías, por definición, son fuerzas, y usan la fuerza y se les dota de medios para ejercerla. Es más, en democracia, son los únicos con potestad para usarla en el ejercicio de sus funciones.

Por supuesto que hay que regular el uso de la fuerza y exigir que sea siempre la mínima imprescindible. Claro que hay que mejorar o incrementar cuanto mecanismo de control sea necesario para fiscalizar ese uso de la fuerza así como perseguir los abusos.

Lo que no se puede hacer, tal y como hizo el Señor Saura, es criminalizar antes de la condena, consiguiendo que el cuerpo del que él es responsable se convirtiera en la institución peor valorada en muchos años.

Las cámaras ocultas están bien, pero las grabaciones así efectuadas deben ser vistas, antes que nadie, por un juez, luego, tras un proceso, si quieres puede colgarlas en el Youtube para que sean más populares que los videos de Paris Hilton con Cristiano Ronaldo.

Parece ser que, según leo en un teletipo, que aquellos malvados mossos a los que se grabó reduciendo a un "indefenso" ciudadano, cuya actitud, por lo que se desprende del video, era de "total colaboración", han sido absueltos de los delitos que se les imputaban a instancias de la Consejería de Interior que remitió los videos a la fiscalía, despues de difundirlos por los medios.

Parece ser que tres de los desalmados policías sí son responsables de algo, de una falta de lesiones que se paga con multa, y uno de ellos queda completamente absuelto.

Según la Audiencia de Barcelona no hubo delito contra la dignidad de las personas ni falsedad documental.

Los policías hicieron lo que tenían que hacer, reducir a un energúmeno, evidentemente agresivo, con la mayor celeridad posible. Eso sí, del resultado de ese uso de la fuerza hubo unas lesiones de las que sí son responsables y por las que tendrán que pagar. Y yo, personalmente, tengo mis dudas de que la condena por esa falta no sea más motivada por la perversa "alarma social" generada por el "Verde" que por los hechos  probados.

No he tenido acceso a la sentencia por lo que no voy a comentar más.

Cuando uno recibe un precioso sillón de cuero y un despacho debe asumir ciertas servidumbres del cargo y no ir por la vida de más progresista que nadie, jodiendo al subordinado antes de que lo joda la justicia, y todo por aparentar.

Algo parecido le pasó al insigne ministro Alonso con el caso Roquetas y luego, la gravedad de los hechos, quedó algo descafeínada con la resolución judicial.

3 comentarios :

Guti dijo...

No sé, no me convence mucho la entrada de hoy. Y me apetecía saber la opinión de alguien con conocimiento de causa. Pero me quedo más o menos como estaba.

Yo las imágenes las vi. Y me parece que esos mossos lo que hicieron fue, de paso que hacían su trabajo, darle al detenido unas cuantas hostias porque les apetecía. (Que los habrá calentado, seguramente).

Hace poco se vio por la televisión como la policía (no recuerdo cuál de ellas) mataba a tiros en plena calle a un atracador armado. Pocas cosas más graves que matar a alguien; y sin embargo entendí que la situación era la que era. No tengo nada que objetar.

Sin embargo, a este sujeto le dieron algunas patadas y le causaron lesiones no exageradamente graves, y sin embargo lo que vi no me gustó nada. No puedo creer que esos cuatro agentes necesitaran hacer lo que vi para "reducir" al detenido, que ya estaba detenido y en una habitación cerrada.

Claro que la policía está para usar la fuerza. Pero ¿qué opina usted, y lo digo desde un punto de vista puramente técnico, de las imágenes? Yo creo que yo y otros tres amigos sujetamos a ese tipo sin darle ni un solo golpe.

Juan Luis Nepomuceno González dijo...

O usted y sus tres amigos son la séptima maravilla o, viendo las imágenes, se lo aseguro, y con lo que sé, que algo del tema se, no reducen al individuo sin darle alguna hostia sorpresiva y desorientadora.
Ahora bien, que hubo algún golpe de más, puede ser y por eso fueron condenados. Pero una vez reducido y esposado no hubo ensañamiento alguno.
Depende quién vea el video y desde qué óptica, pero lo que le aseguro es que el menda no era una malva.
Un saludo

Guti dijo...

Bueno, pues me convence. Yo es que, aun siendo un tipo de un tamaño notable, siempre pienso que un solo guardia si me coge me hace un nudo, con lo que cuatro me harían un nudo en cada extremidad. Pero tampoco soy un ex-militar albanés, no sé cómo sería de peligroso el sujeto ese. A lo mejor es que sobrevaloro la capacidad judoka de la policía.

Si Vd. (entendido en la materia y aparentemente razonable) dice que era necesario, lo acepto. Pero bueno, los golpes dentro de una comisaría son materia delicada y creo síntoma de salud cívica que nos escandalicemos, aunque sea por error (y así se nos explique).

Todo esto lo opino, como siempmre digo, no porque aborrezca a la policía, sino precisamente porque la aprecio; igual que me opongo frontalmente al maltrato a los terroristas, no porque los aprecie, sino porque los aborrezco.