El nueve yá no es nuevo, que caduca y se va dejando paso al diez. Año extraño el que nos deja dejando paso a otro, seguramente inusual al igual que su atípico antepasado.
Crisis, mucha crisis de muchos dineros que nunca vió el común de los mortales.
Crisis de valores siempre a la baja, enrocándonos en fútboles y en desairadas arrabaleras resentidas con toreros nunca buenos, pero eso sí, con narices nuevas a escoplo.
Bucaneros por el índico y más bombas por oriente.
Corruptelas, trinques, trajes, trinquetes recalificados en la común postura del egipcio.
Crímenes de piel joven, mancillada por la saña de la bestia de mil edades.
Cambios climáticos y sin cambio para el tabaco más proscrito por la buena salud de los abortos adolescentes.
Sotanas al aire defendiendo familias desde la pederastia arcaica de internado de crucifijo.
Las togas sin aclarar estatutos improvisados al ritmo de presidentes de club balompedístico.
Y el discurso igual, insulso y publicista, en todo atril de cualquier bando.
El Mundo igual, a lo loco y no hay cuerdo que refunde lo difunto.
En fin, que finalicen todos bien este nueve ingrato y comiencen con buen pié la decena que, habiendo ceros, habrá alegría.
3 comentarios :
Así fué y lo peor es que seguirá siendo... No hay "tarrate".
Salud.
Las viejas matemáticas fallaron
las pruebas del nueve no cuadraron,
sí en números redondos confiamos
que el diez nos pille confesados.
Que sea un buen año este del 2010 muy bueno para todos Juan Luis.
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