Entrevista a Joan Saura: Estoy cada vez más apasionado con Interior; la seguridad ha cambiado mayorías en Europa
La política de seguridad en Cataluña, siempre a examen por parte de la opinión pública y de la clase política, se ha visto envuelta en las últimas semanas en una escalada de críticas. El titular del departamento, Joan Saura, defiende en una entrevista que hoy publica EL PERIÓDICO, el criterio utilizado para denunciar las malas prácticas de los Mossos y señala a la derecha como la culpable de no asumir que un partido como ICV sea capaz de dirigir los designios de Interior.
Así me gusta, sí señor, la sinceridad por delante. El efecto "Sarkozy" no solo hace mella en Rajoy, que ha enviado a su gente a empaparse de las estrategias de Monsieur le President, sino que la izquierda más referencial lo ve como modelo, al menos para ganar elecciones.
Joan Saura, azote de maltratadores uniformados a través del Youtube, simpatizante de los chicos antisistema, ve ahora el sillón que le dió Montilla no como un "embolao", pues mandar policías cuando los mismos te causan alergia es complicado, sino que se entusiasma pues puede servirle de lanzadera política en un previsible camino hacia cotas más altas de responsabilidad y quien sabe si a la Generalitat.
El problema es que "Sarko" ganó las elecciones gracias a su imágen de hombre duro, contundente con el delito, la inmigración ilegal, y el vandalismo marginal. Y es que los votantes, los que no militan ni poseen una concienciación social arraigada, que son la mayoría, para qué nos vamos a engañar, tienen como primera exigencia a los que les van administrar, que se les proporcione unos mínimos de seguridad.
La gente de la calle quiere que no les roben, que no le quemen el coche en nombre de la subversión, que no les "okupen" la casa que compraron en su día con sus ahorros y con la que especulan, porque el sistema se lo permite, o bien la adquirieron para sus hijos. Así mismo piden una inmigración regulada, integrada social y laboralmente, y no bolsas de marginación y economía sumergida e ilícita. En fin, que quieren tranquilidad, bienestar, así como que la policía no les pegue, a ser posible a nadie, pero principalmente a ellos, la gente "decente". ¿No han visto a nadie bienpensante que protesta contra los abusos del Estado represor cuando es víctima de un delito pedir la cabeza del delincuente?. Pues suele ocurrir.
No sé yo si Saura rentabilizará las bofetadas videográficas. Está claro que hay que depurar el departamento de malos hábitos y contundencias no justificadas, pero también hay que dar seguridad en las calles y la criminalización generalizada del cuerpo no contribuye mucho a que sus miembros trabajen motivados.
Así que Joan, instala las videocámaras que tengas que instalar para vigilar a los que vigilan, pero procura también la efectividad contra el delito, que fue lo que le dio al gabacho los votos. No lo dudes.
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