Si he de morir, que habré sin duda, quiérome bien muerto, que no cadáver vivo, terminal de maquinaria. No me gustan las medias tintas, y ahorren los doctores presupuesto en vez de derrochar en mantener un tubérculo en un tiesto.
Si de la casquería algo queda en buen uso, dadlo a quien pueda darle algo de calidad de vida. Al final habré valido para algo.
Apartad de mí los Dioses y sus ministros que, al fin espirado, no hay magia que me salve. Que el alma está en la mente y, tras la muerte, no he visto a nadie razonar tras una lápida.
No me deis tierra, dadme a ella y abonad de ceniza cualquier geranio o los zarzales, mas acordes a mi carácter.
Deslocalizadme, no me ubiquéis en punto alguno que no hay geografía que merezca la condena de que se la relacione con mi existencia.
Si alguien quiere recordarme, para bien o para mal, que lo haga desde casa o desde el "chigre", que todos la hemos cogido llorona alguna vez.
De lo que tengo, que es bien poco, ya saben los notarios su destino sin romperse mucho la cabeza.
Lo que no tengo os lo podéis repartir a partes iguales.
Y, para que conste, firmo el presente en la virtualidad de la red, pues virtual es la obligación de cumplir voluntades póstumas.
NOTA ADICIONAL: No me urge en absoluto que se den las condiciones para dar cumplimiento al presente documento.
3 comentarios :
Así da gusto espicharla.
Así sea.
MAMININA.Aún conociendo sus ideas al respecto, es verdad que da un no se qué verlo escrito.
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