ALFONSO SASTRE.- Mi prosa y mi política.
Yo, particularmente, no creo que lo de Alfonso Sastre sea delictivo, él sabe muy bien dónde están los límites y, si bien los roza, no los rebasa. No creo que haya que movilizar fiscalías para procesarlo por el "escrito" en cuestión. Habrá que movilizarlas si se puede probar la relación directa entre la "internacionalista" (manda güevos) formación política y el entramado mafioso de los criminales. Eso sí, el resto es perder el tiempo con grandilocuentes declaraciones, inútiles querellas y otras zarandajas de escasa utilidad.
Lo triste es que un dramaturgo como Alfonso Sastre, alguien al que se le supone saber escribir, caiga en el panfleto oteguiano, con las mismas frases hechas, frases de catecismo, y utilice los mismos recursos como el eufemismo, para describir los crímenes etarras, y la hipérbole para la acción legítima de la justicia.
Una de las barbaridades que escribe el energúmeno es la siguiente:
"¿Es verdad, pues, que ustedes no ven algo tan visible como esto: que aquí hay un serio conflicto político que sólo podrá resolverse en términos políticos?"
Los términos políticos con los que ellos pretenden resolver el problema quedaron claros con la cobarde fiambrera bajo el vehículo de Eduardo Puelles.
Palabras, sólo palabras, verborrea ilustrada para una perversión de la prosa ya harto conocida.
No creo en la persecución de las palabras, aunque sean basura, mientras la amenaza no sea clara.
Él no amenaza, él sólo se limita a ser un vasallo de los pistoleros que son los que le dictan los párrafos concretos para que él les dé cierta enjundia con sus florituras de taberna fantástica.
A cierta edad, el alcohol se asimila peor.
Y ahora, que hoy no he bebido nada, se lo aseguro a ustedes, voy a decir cual es mi prosa.
Mi prosa es que me la trae muy al pairo si al próximo héroe que vaya a poner una lapa le revienta ésta en la puta cara.
Mi prosa es que me la refanfinflan los miles de kilómetros que tienen que hacer los familiares de los presos para ir a visitarlos.
Mi prosa es que siento verdaderos orgasmos cuando, por fin, se retiran de las calles los retratos y homenajes a las alimañas.
Mi prosa es que me la suda muy mucho dónde está Jon Anza y la puta que lo parió.
Mi prosa es que, desde el dolor, me reconfortó ver a una viuda sin lágrimas, con la cabeza alta, y sosteniendo en sus manos la bandera que cubrió el féretro de su marido.
Mi prosa es que me asquea que, además de los crímenes, les demos publicidad a los voceros de los asesinos.
Mi prosa es que me parece bién todo lo que les escueza a los que fueron los amos del chiringuito.
Y mi política, ahora, es que estoy sin ambages con Patxi López, y con Basagoiti, y con todo el que pretenda cambiar la preponderante prosa política que se usaba hasta ahora por aquellas tierras envenenadas.
Y al que le pique que se rasque, que también me la refanfinfla.
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6 comentarios :
Pues sí. Me gusta su prosa.
Bueno, salvo lo de los orgasmos, que se lo dejo a Zerolo. No es que tengan nada de malo, los orgasmos, pero en fin.
Lo de Anza me la suda mientras no haya indicios de que la gandalla tenga razón en sus teorías. Que creo que es el caso (que no la tiene, vamos).
Lo demás, sin mayores matices.
Pues debe usted probar más lo de los orgasmos, que son beneficiosos siempre, cada uno a su manera, claro.
Lo de Anza, que según dicen por ahí, puede que le hayan ajustado las cuentas por quedarse con la pasta gansa de "la familia", ahora mismo, sin defender experimentos como GAL o similares, me la sigue sudando. Me siguen importando más los de este lado del Missisipi.
epicuro41Pues no, no me gusta su prosa, sobre todo porque destila odio y violencia, aunque parece que el odio y la violencia, ahora, son politicamente correctos dependiendo de la dirección, blanco u objetivo que se elija. Lamentable. Se me olvidaba... pues parece que esto ultimo es pasaporte imprescindible para opinar hoy en dia. YO CONDENO LA VIOLENCIA DE ETA.
Don Epicuro, que no le guste mi prosa me da exactamente igual, de verdad. Que condene o no condene también. Mi entrada puede que destile odio, sí, no lo voy a negar, mucho y motivado, pero controlado, no se preocupe. Violencia no, no hay violencia en mi entrada, indolencia puede.
Además, le aclaro. Yo no he matado ni a una mosca, no he pedido nunca que se mate a nadie y nunca he apoyado en lo más mínimo a quién lo hace, sea quién sea y mate a quién mate. Ahora bien, de haber muertos, que sean ellos al poner artefactos.Ellos solitos. El que juega con fuego... yá se sabe.
Indiferencia hacia sus males pues ellos los han sembrado.
Totalmente de acuerdo con su prosa.
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