Uno descubrió este medio hace algunos años, quizá no tantos como debiera, pero lo comenzó a utilizar de forma torpe, errática, como un vertedero de palabras, opiniones y obsesiones.
Reconozco cierta compulsión a la hora de escribir, sobre todo en las primeras épocas, y no podía evitar que, cuando sentía algo, cuando algo me convulsionaba o me emocionada en uno u otro sentido, tenía la necesidad de reflejarlo aquí.
Este blog es personal, del ciudadano que lo escribe, ciudadano, así, sin más etiquetas, y eso he pretendido siempre. Cuando, en alguna ocasión, se mezclaba o asomaba lo profesional, a veces muy ligado a lo personal, intenté corregir algunos errores pues alguna advertencia o aviso a navegantes me vino en ese sentido.
Y, a regañadientes pero asumiendo la triste realidad de la sociedad en la que vive y la institución para la que trabaja, pues cedí y retrocedí en cierta medida.
Pero parece que vienen malos tiempos para la expresión, para mi vertiente ciudadana, pues hoy, una noticia ha echo saltar las alertas.
Un señor que tiene un blog, que también tiene una profesión de la que no alardea en su diario personal, publicó algo hace poco. Un video satírico con una parodia sobre el próximo inquilino de la Moncloa.
Para eso están los que aspiran a ocupar la Moncloa, para aceptar críticas y sátiras de los ciudadanos que pueden no estar de acuerdo con ellos. Ciudadano que, teóricamente, pueden escribir libremente de lo que quiera.
Pero hete aquí que, como es natural, mucha gente identifica al blog con su autor y conoce la profesión del mismo, sobre todo sus "compañeros", y uno de "estos", muy concienciado él, invistiéndose en cruzado de la Libertad Digital dio el chivatazo de lo que se publicaba y de la condición de Jefe de una comisaría del autor.
La reacción de la caverna mediática no se hizo esperar y los mandos correspondientes, curándose en salud, como es lo acostumbrado en quién detenta sillón por afinidad, pues relevaron al izquierdoso escritor de su puesto dado el inminente cambio de gobierno.
Por supuesto se le ha abierto expediente, el blog ha desaparecido de la red, y, si bien creo que el expediente no prosperará por la condición de opiniones personales en un blog personal en el que no se alude a la profesión ni al cargo del autor.
El cargo seguro que no lo recuperará, pero creo que, por coherencia, aunque se diera la hipótesis de que se lo ofrecieran, debería rechazarlo.
Yo seguiré escribiendo en mi linea, no sé lo que tardaré en ser purgado, así que no se extrañen si desaparece este mellado Filo de Espada de la llanura internáutica.
Reconozco cierta compulsión a la hora de escribir, sobre todo en las primeras épocas, y no podía evitar que, cuando sentía algo, cuando algo me convulsionaba o me emocionada en uno u otro sentido, tenía la necesidad de reflejarlo aquí.
Este blog es personal, del ciudadano que lo escribe, ciudadano, así, sin más etiquetas, y eso he pretendido siempre. Cuando, en alguna ocasión, se mezclaba o asomaba lo profesional, a veces muy ligado a lo personal, intenté corregir algunos errores pues alguna advertencia o aviso a navegantes me vino en ese sentido.
Y, a regañadientes pero asumiendo la triste realidad de la sociedad en la que vive y la institución para la que trabaja, pues cedí y retrocedí en cierta medida.
Pero parece que vienen malos tiempos para la expresión, para mi vertiente ciudadana, pues hoy, una noticia ha echo saltar las alertas.
Un señor que tiene un blog, que también tiene una profesión de la que no alardea en su diario personal, publicó algo hace poco. Un video satírico con una parodia sobre el próximo inquilino de la Moncloa.
Para eso están los que aspiran a ocupar la Moncloa, para aceptar críticas y sátiras de los ciudadanos que pueden no estar de acuerdo con ellos. Ciudadano que, teóricamente, pueden escribir libremente de lo que quiera.
Pero hete aquí que, como es natural, mucha gente identifica al blog con su autor y conoce la profesión del mismo, sobre todo sus "compañeros", y uno de "estos", muy concienciado él, invistiéndose en cruzado de la Libertad Digital dio el chivatazo de lo que se publicaba y de la condición de Jefe de una comisaría del autor.
La reacción de la caverna mediática no se hizo esperar y los mandos correspondientes, curándose en salud, como es lo acostumbrado en quién detenta sillón por afinidad, pues relevaron al izquierdoso escritor de su puesto dado el inminente cambio de gobierno.
Por supuesto se le ha abierto expediente, el blog ha desaparecido de la red, y, si bien creo que el expediente no prosperará por la condición de opiniones personales en un blog personal en el que no se alude a la profesión ni al cargo del autor.
El cargo seguro que no lo recuperará, pero creo que, por coherencia, aunque se diera la hipótesis de que se lo ofrecieran, debería rechazarlo.
Yo seguiré escribiendo en mi linea, no sé lo que tardaré en ser purgado, así que no se extrañen si desaparece este mellado Filo de Espada de la llanura internáutica.
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