"Vamos, bajando la cuesta, que arriba en mi calle se acabó la Fiesta..."

Mañana de San Juan. Ardieron en la hoguera los malos augurios y se bailó alrededor de el fuego purificador la “Danza Prima”, ritual danza de paganos orígenes similar a la sardana catalana, eso, al menos, me parece a mí que soy de “p’abaxo el puertu”. La gente de mediana edad bailó el “Eva María” en el Parque Jovellanos durante el concierto de Fórmula V, una especie de Rolling, por edad, a la española, aunque más surtidos de “horterismo” de guateque, sin disimular prominencias abdominales y evidentes alopecias.

Los jóvenes se “ajerezaron” convenientemente en bares de copas y chiringuitos, o por las calles con licores de oferta del ALIMERKA. Muchos de ellos se surtieron de polvos blancos de allende el Atlántico para empolvarse la nariz, pero por dentro, o de material prensado de plantas de cáñamo, manufacturado en tierras de Mohamed.

A las diez de la mañana continúan deambulando por calles y cafeterías los más remisos a la retirada, midiendo distancias entre acera y acera y evacuando líquidos y malas digestiones por desafortunados portales. Chicas de falda breve, con cara de desencanto, caminan en dirección al apeadero de RENFE con los brazos cruzados, mirando al suelo, dirigiendo pisadas de tacón castigador de frágil tobillo.

Otros, ajenos a los escesos etílicos, madrugaron a por la prensa y se disponen a hacer sus compras en el “Mercau” dominical.

Curiosa imagen de gente recién duchada cruzándose con “zombies” que precisan ducha y sueño reparador.

A ochocientos kilómetros, más o menos, en la ciudad de Badajoz, donde forjé mi triste persona, se podrán ver escenas similares y el Real de la Feria, de aires sevillanos, continuará funcionando a pleno rendimiento, mezclando igualmente trasnochadores y madrugadores sedientos de caña y manzanilla de Sanlúcar.

Cuanta distancia y qué pocas diferencias.

San Juan, el bautista decapitado, deja secuelas por donde pasa.

Y yo, que soy encima su “tocayo”, currando como un imbécil. Pero no se preocupen que no creo que me hernie de ésta.

 

2 comentarios :

Elbereth y su silencio dijo...

Me ha gustado mucho. Qué forma más lírica para expresar cosas tan prosaicas.

Lamento que tengáis que trabajar, pero coincido con usted, en que no creo que se hernie de esta.

:D

Un Oyente de Federico dijo...

Me gustaría saber expresarme de esa forma tan hermosa como lo ha hecho usted.

Quizás desperdicié mi oportunidad de hacerlo, yéndome a El Retiro a leer las novelas de cinciaficción de segundamano que compraba en La Cuesta de Moyano, en vez de asistir a clase.

En fin… ya no tiene arreglo.

Pero me gusta leer a quien puede hacerlo.

Gracias.