PLANETA DE LOS SIMIOS
CUALQUIER COLMENA POSIBLE.
DE LO FALSO, LO ENGORDADO Y LO CORRECTO.
MIRAD VUESA MAJESTAD.
TOROS Y MANADAS
Vuelvo a explicarme. Me crié en tierra taurina, de ganaderos caciques y toreros muertos de hambre que luego alimentaban la rueda convirtiéndose en caciques también. Mamé la crueldad, el supuesto arte de la masacre y otros tópicos del entorno. Además leí a Hemingway y otros sesudos apologetas de la tauromaquia, los cuales valoraban más el vino que la intelectualización de lo obvio. No obstante hablamos del siglo pasado.
El caso es que estamos en el siglo XXI.
Matar animales por placer o recreo no tiene sentido en una sociedad en la que tenemos hasta restaurantes para caniches.
Un toro bravo no es más bravo que cualquier bóvido al que acorralemos.
Que persistan fiestas en las que, aparte de torturar animales por sistema, quepa la posibilidad de que algún o algunos seres humanos pierdan la vida, es propio de civilizaciones primitivas.
Dentro de ese caldo de cultivo, donde se alimenta lo primario, lo masculino, la vida, la muerte y las pasiones más bajas, luego nos mesamos los cabellos cuando aparecen manadas y otros energúmenos en piara.
Esta España nuestra.
El pueblo costalero, el que comulga ruedas de molino, guardés del cortijo, encantado de recoger las perdices al señorito.
El pueblo miedoso a cualquier cambio que pueda suponer que le quiten el “chusco”.
Es hora de que se reafirme el pueblo orgulloso, que se rebela contra la injusticia real y defiende la patria de lo común.
Creo en esta España, no en la que sólo ve españoles ni en la que somete a las personas a meros sujetos de nacionalidad, envolviendo a los ciudadanos en banderas mientras les roba a saco.
Creo en la España creativa, profesional, osada y valiente pero sin atavismos ni supersticiones.
La España ilustrada, sin hábito ni confesionario, la de Cervantes, Quevedo, Valle Inclán, Rosalía, Unamuno, Ortega y todos los que vinieron detrás.
La otra España que mostráis muchos me da grima y mucho asco. Así que es lo que hay. Así pienso y así os lo he contado.
BORRÓN Y CUENTA NUEVA .
PERIODISMO CIUDADANO.
SON.
Son hijos del vecino, familiares, sobrinos, chicos simpáticos de hoy en día. La juventud, ya sabes.
Los vemos cada día con sus tupés homologados de “barber shop”, a bordo de un SEAT León.
Son los del acelerón en el semáforo, la farlopa de los baños, los del fondo en el estadio, los del pitbull en el parque, los que apalean, los que abusan, los que violan, los que se creen en el derecho pues tuvieron vida regalada. Todo a mano, sin negativa posible. Son manada, depredadores que nos convierten en jauría.
DESAPERCIBIRME.
PASIONES Y RAZONES.
...MAL ACABA.
EXPEDICIONES.
El caso es que varios miembros de la expedición fueron causando baja a causa de distintos revisores en distintos pueblos de la Extremadura.
Al final quedamos dos que nunca llegamos al concierto y que tuvimos que dormir, heterosexualidades aparte, acurrucados el uno contra el otro, en un portal de un cine de Cáceres.
Al día siguiente emprendimos marcha en dirección Badajoz, perdiendo cada uno unos diez kilos, fácilmente, con la tez bronceada, el frío en los huesos y, gracias al autostop y al padre de mi amigo, conseguimos llegar a casa y no se nos ocurrió reclamar servicios públicos que nos asistieran ni nos sentimos orgullosos de la “hazaña”, a pesar de que nosotros íbamos buscando La Belleza.
https://youtu.be/bNEmefbcneM
NAVIDAD Y TAL.
El tal Jehová arrasó pueblos enteros, asesinó en masa primogénitos y mandó ciclogénesis explosivas de las que hacen historia y de la que sólo se salvó la familia de un tal Noé que construyó un barco zoológico. Para regenerar la especie hubo que practicar el incesto y la endogamia, pero no vamos a entrar en detalles.
Pues entre masacre y masacre tuvo un ataque de buen rollismo y decidió consumar su obra maestra. Eligió una casada virgen, sí, casada y virgen, y le mandó un ángel muy postinero para anunciarle la inocentada de la que iba a ser objeto. A través del Espíritu Santo, que era Dios pero era otro y tenía forma de paloma, iba a engendrar un hijo, pero con una avanzada ingeniería reproductiva, la virginidad no sé vería afectada, lo cual en aquella época se valoraba mucho. Bueno, el caso es que el hijo sería hijo de María y de Dios Padre, aunque el hijo sería también Dios, como el mismo Espíritu Santo, y es que Dios era uno y trino, como los Tricicle.
Con el muerto cargaría el marido de María, un carpintero algo despistado que tenía cierta columbofobia.
El caso es que el capricho de tener un hijo era para destinarlo luego a ser crucificado por los romanos, que eran muy civilizados hasta que les tocaban las pelotas, y el tal Jesús, que así se llamaba el zagal, que también se llamaba Manolito, era bastante tocapelotas.
El caso es que el niño Dios nació en una caballeriza o cuadra a donde se fue a posar un cometa y fue visitado por tres reyes de Oriente que estaban bastante ociosos y, en vez de dedicarse a reinar, estaban todo el día de excursión persiguiendo estrellas y regalando cosas muy raras.
Pues esta historia y su sangriento desenlace calaron de tal modo entre el populacho del Imperio que los romanos, que no eran tontos, encontraron en ella una forma ideal de mantener entretenido al vulgo.
Y así estamos y seguimos y por tales avatares celebramos no sé qué en estas fechas y nos dedicamos a la gula y al derroche.