MARCA ESPAÑA

Despiertos ya del sueño occidental, por fin España vuelve a la esencia. A lo que siempre fue en su patética historia.
Una España indefinida, siempre negada a conveniencia de la faltriquera o afirmada con sable en alto y rancia arenga.
La España mísera de las colas de miseria de un pueblo encallado en el castigo.
Un pueblo gris, en blanco y negro, mientras renacen las glorias de las oligarquías multicolores que engordan los diamantes en llamadas de teléfono o clic de terminal, practicando virtuales atracos al populacho desagradecido.
La España de la usura encorvada que financia el reino y desahucia patios de vecinos a ritmo de zarzuela.
España de revolucionarios de tertulia, no ya en café sino en las redes, que repiten fórmulas mágicas que no son más que alquimia, no soluciones.
España de frase corta, ciento cuarenta caracteres, o circo mediático olisqueando braguetas y entrepierna cenicienta.
Avinagrada España de vino cabezón dónde lavar las querencias que te llevan a la soga.
España desterrada, como siempre, del civilizado mundo que nos prefiere sometidos, fregando las letrinas de orondos culos nibelungos.
Altares, palios, quiromantes y loterías nacionales.
La España que exportó el caceo, la comisión y el trinque allá donde fue imperio. Denominación de origen de toda mafia y corruptela, patente de la mordida, marca España.

LA ESTAFA Y LA USURA, VERSIÓN ENTENDIBLE.

Me llega este texto por correo electrónico ignorando su autoría. Como me parece claro y contundente y además estoy muy vago últimamente, pues copio y pego. Ahí les dejo.

 

¿Qué es el BCE?

 

El BCE es el banco central de los Estados de la Unión Europea que pertenecen a la zona euro, como es el caso de España, Portugal, Grecia, Italia, Irlanda, etc.

 

Y ¿de dónde vino el dinero del BCE?

 

El dinero del BCE, o sea el capital social, es el dinero de todos nosotros, los ciudadanos de la UE, en proporción a la riqueza de cada país. Así, a Alemania le correspondió poner un 20% del total. Los 17 países de la UE que se adhirieron al euro, entraron en conjunto con un 70% del capital social y los restantes 10 países, de los 27 Estados de la UE, contribuyeron con un 30%.

 

Y, ¿es mucho ese dinero?

 

El capital social era de 5,8 billones de euros, pero a final del año pasado, se decidió hacer un primer aumento del capital, desde que fue creado hace cerca de doce años, en tres fases: A finales del 2010, a finales del 2011 y a finales del 2012, hasta elevar el capital del banco a 10,6 billones.

 

Entonces, si el BCE es el banco de estos Estados, puede prestar dinero a España, Portugal, Grecia, Italia, Irlanda, etc. como cualquier banco puede prestar dinero a cualquiera de sus accionistas. ¿O no?

 

No, no puede.

 

¿Por qué?

 

¿Por qué? Porque… porque… bueno, son las reglas.

 

Entonces, ¿a quién puede prestar dinero el BCE?

 

A otros bancos, a bancos alemanes, franceses, españoles, portugueses, etc.

 

¡Ah! ya me entero… Entonces, España, Portugal, Alemania, etc. cuando precisan dinero prestado, no van al BCE, tienen que ir a otros bancos que sí acuden al BCE…

 

Sí.

 

Me pregunto que para qué complicar tanto… ¿No era mejor que España, Portugal, Grecia, etc. acudieran directamente al BCE?

 

Bueno sí… En cierto sentido, sí… pero de ese modo los banqueros no ganarían nada en ese negocio…

 

¡Ahora caigo…!

 

Está claro, los bancos precisan ganar alguna pequeñez… El BCE, de mayo a diciembre del 2010 prestó cerca de 72 MIL millones de euros a países del euro, a la llamada "deuda soberana", a través de un conjunto de bancos, al 1%. Y ese conjunto de bancos prestaron a los Estados (España, Portugal, Grecia, etc.) al 6 o 7%.

 

Pero eso es un negocio redondo: Sólo por ir a Bruselas a buscar el dinero, fíjate lo que se llevan…

 

No tienen que, ni siquiera, desplazarse a Bruselas. La sede del BCE está en Alemania, en Frankfurt. Tomando a Portugal como ejemplo, en el crédito a Portugal, los bancos ganaron entre 3 y 4 MIL millones de euros…

 

Eso es un verdadero robo… con ese dinero que nos quitan, no tendríamos por qué congelar o rebajar las pensiones, o el subsidio de desempleo, recortar la Sanidad, la Educación, o descontar a funcionarios, o…

 

La gente tiene que ser consciente de que los bancos tienen que ganar mucho dinero, si no ¿cómo podrían pagar los dividendos a los accionistas, a los consejeros, a los altos directivos que son gente "tan especializada"…?

 

Pero, quien manda en el BCE ¿cómo puede permitir un escándalo de este tipo?

 

En el BCE mandan los gobiernos de los países de la zona euro; Alemania en primer lugar, que es el país más rico, pero también Francia, España, Portugal y los demás países…

 

Entonces, los gobiernos de nuestros países, ¿dan nuestro dinero al BCE para que ellos presten a los bancos al 1%, para que, después, ellos presten del 5 al 7% a los gobiernos de los países, que son los dueños del BCE?

 

Bueno, no es exactamente así. Como Alemania es rica y puede pagar bien las deudas, los bancos sólo le cobran un 3%. A Grecia, Portugal, Irlanda, etc. que están asfixiados, es a quienes les elevan los intereses al 6, 7 ó más por ciento.

 

Entonces, ¿somos los dueños del dinero y no podemos pedir a NUESTRO propio banco…?

 

¿Somos? ¿Quiénes somos? Nuestros países, España, Portugal, Italia, o Alemania no están formados por gente vulgar como nosotros. No queramos comparar un limpiabotas de nada, que gana 400 ó 600 euros al mes, o un albañil que anda desempleado, con un gran accionista que percibe 5 ó 6 millones de € de dividendos por año, o con un administrador de una gran empresa, o de un banco que ganan, con las primas a que tienen derecho, unos 50, 100, o 200 MIL euros por mes. No se puede comparar.

 

Y, ¿nuestros gobiernos, aceptan una cosa así?

 

Nuestros gobiernos… Por un lado son, en la mayor parte, amigos de los banqueros (todos los partidos políticos lo son), o están a la espera de sus favores, o de un privilegiado empleo cuando ya no consigan los votos necesarios…

 

Pero, entonces, ¿ellos no han sido elegidos por nosotros?

 

En cierto sentido sí, claro, pero después… ya sabes, quien gobierna, es quien tiene la sartén por el mango. Y es lo que se ve claramente en esta crisis mundial, la mayor desde hace un siglo. Esa cosa que llaman "sistema financiero", transformó el mundo de las finanzas en un casino mundial, realmente como ningún casino había nunca visto, ni sospechado, y llevó a los EE.UU. y a Europa al borde la de ruina. Está claro, esas personas importantes se llevaron el dinero para su casa y dejaron a la gente como nosotros, que tenía el dinero en los bancos, o los fondos de inversión, a la luna de Valencia… Los gobiernos, en los EE.UU. y en Europa, para evitar la ruina de los bancos tuvieron que reponerles el dinero…( o sea, rescatarlos con dinero público, que es el dinero de nuestros impuestos).

 

Y ¿dónde fueron a buscarlo?

 

¡Dónde los iban a buscar…! En los impuestos, en las pensiones, en los salarios, en los funcionarios, en la enseñanza, en la sanidad, en las prestaciones sociales… ¿De dónde podía proceder el dinero del Estado?

 

Pero, ¿metieron a los responsables en la cárcel?

 

¿En la cárcel? ¡Qué disparate! Entonces, ellos que montaron la cosa, ingenierías financieras sofisticadísimas, sabrán aplicar el remedio. Sólo ellos podrán poner orden en la casa…

 

Está claro que a algunas personas más comprometidas, como Raymond McDaniel, que era el presidente de la Moody's, una de esas agencias de "rating" que clasificaron la credibilidad para pagar la deuda, de Portugal, Grecia, etc. como de bono basura, y que tiraron a los países por el suelo, fueron… apartados y pasados a la reserva… Como el tal McDaniel, y otros, es una persona importante, se llevó una indemnización de 10 millones de dólares, a los "que tenía derecho"…

 

Entonces, ¿cómo es? ¿Nos lo tragamos y a callar…?

 

¡Ah! ese ya no es mi problema… Yo sólo estoy explicando…

 

 

MANIFA

Mi desencanto general me lleva a no asistir. Pero doy mi apoyo como masa silenciosa.

EN ESTAS ESTAMOS Y ASÍ SEGUIMOS

Que no nos representan está más que demostrado. A mí, al menos, no me representan pues ya ni ejerzo el ilusorio derecho a depositar un papel vano para dar poderes a quien va a hacer con él lo que se le venga en gana.
La democracia es una ilusión óptica, una gran estafa o un "modus operandi" utilizado por las estructuras políticas, eso que llamamos partidos y que actúan por el beneficio de quienes les financian, les dan cobertura mediática o son lobbys interesados en tal o cual medida para su beneficio. Para el beneficio de los situados y sus adláteres. Una maquinaria intrincada de oscuros engranajes que se mueven al dictado de todos menos de los que dicen que representan.
¿Quiere decir esto que no hay políticos honrados?. No. Claro que los hay, incluso quiero creer que la mayoría, es el entramado lo que degenera todo lo que toca. La política es necesaria desde que vivimos en sociedad, la diferencia es si asumimos un jefe de tribu eficaz y autoritario o un comité de sabios o unos representantes electos y bien intencionados que trasladen a los hechos la voluntad de la mayoría.
El problema actual no es ya que los políticos sean o no malvados, que de todo hay, sino que si ellos son el poder o no. ¿Son ellos el poder?. Asaltemos el Congreso, pacíficamente como decían los bienintencionados convocantes de la última algarada que tenían en vanguardia a los "incontrolados" que rompieron las vallas o que pacíficamente abrieron camino a los del bloque negro para que hubiera carga, siempre brutal, de los siempre crueles "esbirros". Luego ya habrá tiempo de crear conspiraciones de infiltrados y manipular youtube a nuestro antojo con estrategia propagandística panfletaria a medida de twitter.
Bueno, que eso, que asaltemos el congreso y que la turba indignada tome la cámara. ¿Luego qué?. Cuando riegue la sangre impura las escaleras del Congreso qué hacemos. ¿Pasar de la falsa democracia a un régimen asambleario?. ¿Quién acabará imponiendo su criterio?. ¿A quién representarán esas asambleas? ¿A todos los ciudadanos o a una nueva casta de indignados "new age"?.
Que algo tiene que cambiar está claro. Que cómo se llega a poder forzar ese cambio es un enigma. El riesgo es la aparición de iluminados, solitarios con botas lustradas o en asamblea de tribunal popular, y aquí en esta península de mierda, somos muy dados a arreglar las cosas a navajazos. Que será que nos toca volver a asesinarnos para calmar nuestro ancestral cainismo.
Si tiene que ser que sea, será el fracaso total, más si cabe, de la política que, viendo lo que se ve, haciendo declaraciones de condescendencia cínica, siguen enquistados en los aparatajes de unas organizaciones que funcionan por familias y castas, como las mafias.
Porque la política fue la que se cargó la economía, por activa o por pasiva, pues en ella estaba, en las burbujas convenientes, dilatadas, en los despilfarros, en las concesiones, las adjudicaciones, las subvenciones, el clientelismo y toda la puñetera escoria que nos ahoga. Sirvan a los ciudadanos por encima de las intenciones de voto, nos irá mejor a todos y se les acabará reconociendo.
Los mercados pueden ser el chivo expiatorio pero no son más que barcos que se mueven a las mareas de las decisiones políticas.
Y necesitamos la política, pero otra política, nueva, transparente, regenerada, que reconduzca esta debacle o volveremos a la prehistoria, que quizá sea lo mejor.
Hace falta ética, de los que manden por supuesto, pero de los que se les oponen también. Enarbolamos banderas, grandes y pequeñas, en cuanto nos lanzan un capote, que somos como miuras, y construímos patrias en estadios de fútbol. Y mientras nos roban a cada minuto, nos cabreamos por una frase y dedicamos horas a discutir sobre la intencionalidad del desliz.
Mentir como estrategia, para gobernar haciendo lo que nunca se iba a hacer o para oponerse diciendo que no se debe hacer lo que seguro se haría en el caso de gobernar. Nadie os cree, a ninguno, no valen los "slogans", ni las convocatorias, ni los discursos vanos.
Si alguien tiene la fórmula, la razonable, no la mágica, que me lo haga saber. Gracias.
 

FELIZ DÍA DE LA POLICÍA

Puede uno resultar cansino, es cierto, obsesivo incluso. Pero es que mucho está cayendo. Mucho por todos lados.
Hoy es día dos de octubre, festividad de los Santos Ángeles Custodios, patronos de la Policía española.
En tiempos de bonanza, de escasa conflictividad, la Policía es una de las instituciones más valoradas por la población en las encuestas sociológicas. ¿Por qué?. Porque la mayoría de los ciudadanos ven en la calle el trabajo diario de un servicio público cuya misión fundamental es esa, servir.
Pero cuando las cosas están como están, cuando la gente se ve abocada a salir a la calle a expresar su justa indignación por lo que parece el triunfo del absurdo como sistema, la Policía tiene que desempeñar una de las labores más comprometidas y menos reconocidas. Salvaguardar el orden. Y el orden es orden para todos, no el orden establecido ni político, sino la paz en la calle y los derechos de la mayoría.
Digan lo que digan bienintencionados convocantes y plataformas teóricamente heterodoxas, el pasado 25 de septiembre, si la policía no interviene o se ve desbordada, como era lo que se pretendía, podríamos estar lamentando ahora gravísimos sucesos. Lean un poco sobre psicología de las masas y comprenderán que con que haya una mínima chispa iniciadora, el más pacífico de los manifestantes fagocitado por la turba, puede convertirse en cualquier otra cosa.
Que no todas las intervenciones están bien hechas, seguro, que puede haber algún exceso, sin duda y habrá que depurarlo, pero pongo la mano en el fuego por el conjunto general de mis compañeros que, así, en general, demuestran una gran profesionalidad en situaciones nada agradables.
Otra cosa es que se pretenda que no haya policía, que ésta no utilice nunca la fuerza legal, que se pueda empujar y acorralar a los actuantes, aunque sea con la espalda mientras se alzan los brazos en efectista gesto de pedir calma, y que los mismos no puedan responder. La policía es la policía, le pese a quién le pese, y en el ejercicio de sus funciones son depositarios de legítima autoridad.
Invitaría a más de uno a que intentara violentar una barrera policial en París, Bonn, Bruxelas, New York o, como no, en Cuba, Venezuela, Ecuador, etc., etc.
Y muy bien funciona la propaganda falsaria de la leyenda urbana twitteada. El hipócrita camarero de los brazos en cruz, los chicos de las banderas que, teóricamente policías infiltrados, han reivindicado en facebook el acto violento que reventó la manifestación con sus argumentos y estrategias, llamando "mariconas" a los de la resistencia pacífica. Y lo triste es que cale en gente supuestamente preparada, con responsabilidades políticas, que han gobernado, gobiernan o aspiran a gobernar.
Porque somos así. Porque creemos sólo lo que nos gusta creer y nos frotamos las manos cuando un detenido que sale del juzgado, curtido en mil batallas del mismo cariz, cuenta el drama de lo sufrido en las mazmorras. Porque el periodista vende más arremetiendo contra lo que representa el Estado y publicando la foto conveniente a la causa.
Lo políticamente correcto, para algunos, es la tendencia a la acracia, y lo comprendo dada la situación en que lo que llamamos "poder", concepto tan diluído en parqués y mercados, está haciendo con el conjunto de la ciudadanía. Pero sería deseable no llegar al caos por mucho que crezcan los apologistas del mismo, aunque tengo mis serias dudas de que la situación actual no sea ya profundamente caótica. Y se simpatiza más con el adoquín y el cóctel molotov que con la porra legal.
No obstante, hoy, es el día de la Policía. Me entregan una condecoración por llevar más de veinte años en este trabajo, condecoración que he tenido que pagar de mi maltrecho bolsillo, no se crean. Veinte años de satisfacciones, entrega, servicio, y más de un disgusto despidiendo a más de un compañero envuelto en una bandera por haber dado todo por esta sociedad.
Por todo ello, en este día me felicito y felicito a todos mis compañeros, a sus familiares, a sus amigos y a la sociedad entera a la que nos debemos, nos escupa o nos piropee.
Por supuesto espero que despotriquen a gusto en sus comentarios. Si no rebasan las barreras del respeto entre iguales, serán publicados convenientemente.