INSEGURIDAD

Lo que se está viviendo ahora en Barcelona, manipulaciones políticas aparte, lo viví yo en Madrid Centro en los años noventa, igual con menos intensidad. 
Se pueden hacer muchas interpretaciones sociológicas de alto nivel, seguramente acertadas la mayoría, pero lo que funcionó, mientras estuvimos en precario en efectivos y medios, fue la prevención y la represión, a costa de hacer horas que nadie pagaba. 
Y digo represión porque es una de las funciones de la policía, reprimir el delito, no la disidencia pacífica. 
Por aquel entonces seríamos un centenar de policías en aquella comisaría infernal. Ahora deben ser más de 700 y sigue sin ser fácil pero se nota. 
Claro que hay que abordar la inseguridad desde todos los ámbitos pero el policial es imprescindible. 

Progresista también es que todo el mundo pueda circular sin miedo y en eso los profesionales tienen mucho que aportar. 

REFLEXIÓN DE SEPTIEMBRE

Respeto profundamente a las gentes que pretenden dotarnos de más derechos y libertades y que se enfrentan a un sistema que tiende a reforzar la desigualdad. 
Defenderé siempre la recuperación de la memoria histórica de las víctimas de la Guerra Civil y de la represión franquista. Como no podía ser de otra manera, también de las víctimas de otros fascismos con los que la izquierda ha sido muy condescendiente. Con las víctimas de ETA y de otros terrorismos, de izquierda, de derecha o de cualquier otra modalidad. 
Fui policía en Euskadi y siempre asumí que morir en un atraco era un riesgo profesional, que me volaran la nuca al salir de casa o me partieran por la mitad por una bomba lapa, no. No entraba en el sueldo por mucho que a muchos miserables se les llenara y se les siga llenando la boca con ese discurso. 
Dicho esto, no entiendo a los antifranquistas nacidos después de los 60 ni a los que pretenden vivir las revoluciones ahora imposibles en un bucle desde el 34 hasta ahora. 
Esas son las putas carencias de la izquierda hispana, quedarse anclados en las derrotas y que hasta las nuevas generaciones asuman el ganar aquella guerra infame que se perdió. 
Ni a la derecha le hace falta reivindicar la victoria. ¿No os dais cuenta?
Imploro por gente que exponga con claridad los problemas socioeconómicos que nos aquejan y que den soluciones válidas en el escenario actual y que no se queden en sermones de la montaña. 
Una izquierda que apueste por una Europa ilustrada y conexionada, referente de los principios democráticos. 
Que den soluciones a la imparable revolución tecnológica sin que se adelante el propio sistema que, al final, tristemente hay que reconocer, acaba dando más bienestar a los humildes que las alternativas que acaban en regímenes totalitarios y dinásticos, aplaudidos desde la distancia. 
Que centren la movilización en acabar con la injusticia fiscal que provoca desigualdades para luego defender todas las causas defendibles. 

Por supuesto que estaré equivocado, seguramente en la mayoría, pero se aceptan sugerencias y exabruptos.