DISCULPEN LA GROSERÍA

La verdad es puta barata en estos tiempos de callejón negro. Mentir a espuertas tras una corbata oficial es aceptado como la comunión en convento. 
Se desvanece la ilusión de la elección libre pues el electo actúa al margen de lo prevendido. 
Quizá fue siempre así, pero ahora es cuando toca que la mierda emerja. Y quizá nos demos cuenta de una puta vez de lo que somos, figurantes de cartón en esta comedia bufa, sin una línea de texto en el libreto escrito por los de siempre. 
Los carteristas habituales nos sustraen el billete recién cobrado, predestinado a alguna deuda urgente, y el billete recorre manos mugrientas que palían sus mezquindades y, tras el trasiego, vuelve a nosotros en forma de nueva deuda. 
Y casi que no nos vale ni el fútbol para apartar la amargura del futuro negado. 
Porque quisimos ser gilipollas, y nos dejamos, complacientes, sodomizar a destiempo. 
Pero todo acaba escociendo y ya no calman las justificaciones en vaselina. 
Nadie se cree ya que la culpa es del otro, que todo estaba como estaba y que yo era músico y me acostaba a las ocho. Para un rato vale, pero tanta excusa pobre no consuela ya al cornudo. 
No volverá a ocurrir, no tuve más remedio, me vi obligado, no lo volveré a hacer más, no lo volveré a hacer más, pues mi alma volaba a tu lado y mis ojos decían cansados que eras tú, que eras tú... coño, que se me va la olla. 
El caso es que ahí siguen, en sus trece, en el mundo mundial, en Europa, en España y en nuestras queridas autonomías. De la asturiana mejor ni hablar porque si a alguien se le ocurre un guión más berlanguiano que la política asturiana real tiene el Goya ad livitum. 
El caso es que tú, ciudadano o ciudadana, cornudo habitual, paganini, primo, julay, tontolculo, seguirás siendo jodido a secas, sin preliminares ni anestesia y encima tendrás que fingir orgasmo porque si no te acabarán multando por desagradecido. 
Porque hubo quién ganó las elecciones para engañar al electorado y hubo quién las perdió por lo mismo, el caso es que da igual que metas la papeleta en la urna o que te limpies el culo con ella si es que logras cagar algo con tanto estreñimiento y acojone con el que nos despertamos cada día. 
Sé bien que no he dicho nada nuevo, nada que ustedes no piensen, pero qué quieren, yo me he quedado algo más a gusto. 

GRACIAS, MIERES.

Agua y asiento

Que nadie se alarme ni se alegre en exceso, según proceda, no pienso irme de Mieres, al menos de momento, y tampoco del planeta, al menos no por mi voluntad.
En la vida todo cambia y nada es eterno y en fechas próximas cesaré en mis labores de participación ciudadana en la "empresa" en la que trabajo, "empresa" que todos los que me conocen saben de sobra cual es.
La labor que desempeñé durante estos años, seguirá desempeñándola otra persona que, sin duda alguna, lo hará, como mínimo, mejor que un servidor.
A partir de ahora me dedicaré en exclusiva a aquello para lo que me pagan y, por ello, no quiero dejar de agradecer todo aquello que se me ha dado durante este tiempo.
En primer lugar a los jefes que he tenido y tengo en Mieres y que han depositado su confianza en mí hasta la fecha.
A mis compañeros que sin su apoyo y las respuestas dadas a las demandas planteadas hubiera quedado mi trabajo en vana palabrería.
A todos los grupos políticos del Ayuntamiento de Mieres que siempre se mostraron receptivos ante mis propuestas y nunca negaron colaboración.
A las Asociaciones de Vecinos de Santa Marina, Requejo, Covadonga, La Villa, San Pedro, Vega de Arriba, Baíña, Rioturbio, etc., etc., y a la Federación de Asociaciones de Vecinos del Concejo de Mieres que, aun con sus problemas, siempre estuvieron allí dónde se les necesitaba y en actitud constructiva, no pudiéndose dar siempre la respuesta que merecían a sus demandas por razones que siempre comprendieron.
Cómo olvidar a la Unión de Comerciantes del Caudal con la que me unió una especial relación de cordialidad, tanto profesional como de amistad. Loli, tú bien sabes que te quiero.
A los hosteleros del Parque Jovellanos.
A la Oficina Municipal de Drogas, a la de Información a la mujer.
A los centros educativos de Mieres, a los equipos directivos y al profesorado, y, sobre todo, a los alumnos, de los cuales aprendí más de lo que nunca podría yo torpemente enseñarles. A las asociaciones de padres y madres, por supuesto, que recientemente acudieron a mi última convocatoria.
A la Asociación de Viudas de Mieres, a la Asociación de Amas de Casa, al Centro Social de Mayores y a la Residencia Valle del Caudal, dónde las personas mayores me insuflaban juventud cada vez que les soltaba mi perorata de consejos.
A los medios de comunicación que dieron promoción a las iniciativas que se planteaban desde esta delegación. La Nueva España, La Voz de Asturias (por desgracia ausente), RTPA, El Comercio, y Radio Parpayuela. A José Ángel Gayol,  Andrés Velasco, David Montañés, Carmen Basteiro, Aitana, Bárbara, Carlos Barros, Santi Iglesias, Sol Pérez, etc., etc., que me hicieron más famoso de lo que me correspondía.
A la sociedad de Mieres que recibió a este mierense con acento extremeño con un afecto entrañable del que nunca me desharé.
Seguiré aquí, trabajando para ustedes pero más discretamente, que también me viene bien.
Un fuerte abrazo y gracias. 

PEDIR PERDÓN

Pedir perdón, disculparse, no soluciona los errores ni lava las culpas por mucho que así se haga en la tradición católica, a nivel espiritual y religioso.
Pero pedir perdón honra, acerca al ofensor a los ofendidos, y dignifica a quién, desde una posición o status de supuesta superioridad, abandona ésta para acatar el juicio moral de los demás.
El mejor gesto de márketing posible cuando se están perdiendo cuotas de mercado por deterioro de la imagen corporativa.
Bien hecho. 

TOUCH y La escopeta nacional, remix.

Todo está conectado, todos estamos conectados, al menos eso defiende la física cuántica y las pseudoreligiones que comienzan a surgir bajo sus alas, así como las series de éxito como TOUCH, en la que un niño autista tiene la fórmula matemática que nos rige a todos en cualquier parte del mundo.
Así vemos como un Borbón se agujerea un pié con un arma de caza por tierras de Soria, la Castilla recia. El abuelo, con el que alguna conexión tendrá, que también conoce los nocivos efectos de las armas, sobre todo a edad temprana, con mayor edad y experiencia, la cual parece no haberle servido de nada, se descalabra en tierras de Tarzán cazando elefantes mientras su cónyuge celebra la pascua ortodoxa en una tierra que no está para fiestas ni para reinas propias ni ajenas. Como tampoco lo está este país en el que nos despertamos a sustos de primas y recortes improvisados a golpes de tirón de orejas desde la metrópolis europea.
Hablando de primas, quién no tiene una prima en Argentina. A Mariano va y le sale una que va de Evita y le desmantela una de las pocas empresas españolas que funciona, no para los españoles, sino para los capitales, que son los que mandan.
Se recorta en sanidad y atendemos los desaguisados regios en la privada, por aquello de no gastar. No nos llega para filetes de porcino mientras el Jefe del Estado se dedica a su vocación de cazador blanco, corazón negro, dando una imagen de blanco y negro, más surrealista que el NODO del Caudillo, con porteadores raquíticos devorados por las alimañas mientras el gran mono blanco aúlla al caer de la liana y joderse una cadera.
Van a tener razón los que dicen que no somos un país serio, sobre todo si atendemos a las vicisitudes de la familia que ostenta la más alta representación. Guión de sainete con yernos advenedizos y algo cacos, nueras que pasan del informativo al palacio a lo Pretty Woman, niños de pataleta a escopeta limpia y abuelo Cebolleta  sintiéndose Mufassa, el Rey de la Selva.
Recupérense, lo digo sinceramente, cúrense de las heridas atesoradas en poco honrosas batallas, y recapaciten. El pueblo no está para bromas ni sainetes.
Los tiempos de La escopeta nacional ya pasaron. 

CALVARIO SIN RESURRECCIÓN A LA VISTA

Todos lo hemos visto. Un polideportivo en cada barrio, una piscina climatizada en cada pueblo, aunque no naden ni las ranas, pero por aquello de los votos.
Más museos que habitantes, centros de interpretación del cangrejo de río, auditorios faraónicos que no los llena ni una convención de frikis de las sagas galácticas.
Si había que hacer un puente para cruzar el río había que hacerlo con chulería, el arquitecto más renombrado y que haya puenteado en los USA y en países de similar abolengo.
La mayoría de estas cosas solían traer sobrecostes, claro, pero había crédito y la pólvora del Rey entraba a sacos o en bolsas de basura.
Facturar a lo grande, picotear de aquí y allá, que da pa tó.
Que vamos a hacer una ley por mor del bien común en la que se exija el uso de un tipo de producto, pues antes de redactarla le decimos a nuestro cuñado que funde una empresa, que la subvencionamos, y luego a contratar. Los puestos de trabajo a gente de confianza, de los nuestros, y a algunos de los otros, para que no digan o, mejor dicho, que tengan que callar.
Gobernar, legislar, administrar o despilfarrar en función de la rentabilidad electoral.
Pero en el cuento de la lechera el cántaro acaba rompiéndose y de magnates pasamos a andrajosos a golpes de realidad.
La usura gobierna el orbe y suele hablar alemán. Se vuelve al pan duro y a la sopa de ajo por narices, no por esnobismo folk de un país para comérselo.
Los líderes obreros reaccionan, con motivo, pero lastrados por el letargo en el que estuvieron sumidos mientras esto era jauja. Piquetes de pensionistas, algunos en coches de 24.000 €, recorren las calles de Asturias vigilando que se cumple la consigna de la lucha obrera.
Mientras tanto se suplica al gangster que aporte un diez por ciento de sus botines, que si paga un poco no irá al talego como la gente honrada y desposeída.
Estamos en Semana Santa, semana de recogimiento, de pasión, de calvario. A redoble de tambor cofrade, similar al de los patíbulos, nos fustigan. No me jodáis que no entran ganas de crucificar a alguien.