NUEVOS TIEMPOS


Viendo que, a la menor oportunidad, sigue habiendo gente encantada de conocerme, loca por que me den tras las orejas cual conejo pascual, a lo cual, a pesar de mi vocación suicida, no estoy dispuesto aún, pues sería del género tonto o el más tonto de género, pues uno acata y se modera.
Porque uno es quién es; representa lo que representa y no puede permitirse ciertos lujos expresivos, muy a su pesar;  elimina ciertos vómitos que, si bien fueron terapéuticos en su día, quizá estén un poco desfasados en la actualidad habiendo cambiado el contexto en el que se produjeron.
Porque reconozco mis errores, mis excesos y la tendencia al exabrupto; que siempre fue a las claras, sin susurros a oído ninguno; es por lo que cambio la tendencia y asedo las opiniones mientras se me permita seguir opinando.
Lo siento por mis pocos fieles y doy gusto a algún visitante furtivo y silencioso que, no usando nunca estos foros, bien daba cuenta a quién corresponde de mis desvaríos.
He intentado siempre que todos estos desvaríos fueran considerados personales, ajenos a cualquier otra actividad, pero no ha sido posible y todo se mezcla contaminando intenciones, lo cual, lo reconozco, debí haber tenido en cuenta con anterioridad.
No se crean, sigo siendo el mismo, más viejo si quieren y, por ende, más sosegado, pero el mismo.
Seguiré escribiendo por estos lares y por los poéticos, donde me recreo en la metáfora terapéutica, pero aquí, en este acto solemne, cambio la línea editorial por mor de la salud pública.
Va por ustedes.

RECREARNOS EN LA SUERTE

Nos recreamos en la tragedia, es nuestro sino, y así andamos perdiendo trozos de arterias a golpe de asta, allá por Méjico, o recreando inciviles guerras en tribunales y por las calles hastiadas de tanta españolidad cainita, muy al pesar de algunos, lo de españolidad, digo, y muy al abuso de otros.
Y retornan las efigies caudillistas y los yugos y las flechas y el "no pasarán" y me aburro, de verdad que me aburro.
Que estamos parados, más que parados, y sólo nos queda la liga, Garzón, Varela, y algún crimen sangriento con qué distraer las ansias mientras nos gestionan de pena y los que aspiran a gestionar dan pena, patética imagen de choriceo cañí y ramalazos del Movimiento.
Un juez chapucero subido a los altares por quienes fueron objeto de sus sañas, una vez despechado de los cargos a dedo. Jueces franquistas y envidiosos a la siega de la estrella mediático-política.
Artistas canonizando y tradicionalistas demonizando.
Consultas soberanistas en parte del Reino de Aragón, con acento catalán, nigeriano, peruano, etc., pues todos los acentos valen si se suman a la causa del estómago agradecido.
Mientras, en Ultramar, José Tomás, el referente de la sangre y la tauromaquia acorralada, casi cumple su objetivo y deja sangre y vida sobre la arena, nuestra última vocación como identidad, sangrar y hacer sangrar, o al menos recrearnos en la suerte.

EX

Según el diccionario panhispánico de dudas,  de la Real Academia Española,  el prefijo "ex" significa lo siguiente.-

 

ex. 1. Prefijo autónomo de valor adjetivo, procedente de una preposición latina, que se antepone a sustantivos o adjetivos con referente de persona para significar que dicha persona ha dejado de ser lo que el sustantivo o el adjetivo denotan. Se escribe separado de la palabra a la que se refiere, a diferencia del resto de los prefijos, y sin guion intermedio: «Mi hijo no se fue solo, sino con su padre y mi ex suegra» (Díaz Piel [Cuba 1996]); «El ex alto cargo de Obras Públicas aseguró que con su misiva solo pretendía agilizar procedimientos administrativos» (Mundo [Esp.] 5.10.96). No se recomienda su empleo antepuesto a sustantivos o adjetivos referidos a cosas: «Presidenta del comité de mujeres de esta república ex soviética de Asia Central» (Mundo [Esp.] 23.8.95); «Las mayores incertidumbres las plantea la ex URSS» (Puyol Migraciones [Esp. 1993]). En ese caso es preferible el uso de adjetivos como antiguo, anterior, o de adverbios como anteriormente: esta antigua república soviética, esta república anteriormente soviética, la antigua URSS. Se escribe siempre con minúscula, aun cuando acompañe a sustantivos escritos con inicial mayúscula. No debe confundirse con el prefijo inseparable ex- ('fuera'; →  ex-).

2. También funciona como sustantivo denotando la persona que ha dejado de ser cónyuge o pareja sentimental de otra: «Mi ex y yo éramos dos enemigos sin ganas de pelear» (Rovinski Herencia [C. Rica 1993]). Es invariable en plural: Todos mis ex se parecen.

 

Lo que no dice la RAE, que tampoco tendría por qué decirlo, es que el término tiene connotaciones diversas, dependiendo del sustantivo al que acompañe, así como del contexto.

Hay ex presidentes y lo que califica a cada uno no es el prefijo ni el sustantivo sino el nombre propio al que nos referimos dependiendo del personaje y de nuestras querencias.

Hay ex dictadores, ex terroristas, etc., y, en estos casos sí, el sustantivo supera al prefijo y hay cosas que, aunque uno haya dejado de serlas,  no liberan al portador del lastre de las obras dejadas.

Concretando un poco más, me voy a referir al término "ex marido" o "ex mujer". No existen o no se usan los términos "ex mal marido" o "ex buen marido", existe "ex marido" y punto, y todo depende de las cualidades propias o adscritas para atribuir al personaje más adjetivos.

Nunca se sabe si es mejor "suegro" o "suegra" que "ex suegro" o "ex suegra", eso depende de los tópicos típicos y de las experiencias propias o ajenas.

El caso es que había una vez un "ex", en el término de relaciones civiles me refiero, que pretendía vivir su vida sin mayores traumas.

Este incauto pretendía seguir conociendo a la gente que conocía, relacionarse con la gente que se relacionaba, etc., independientemente si las relaciones de parentesco políticas habían pasado de efectivas a usar el repetido prefijo, y todo por razones domésticas que no tendrían por qué transcender al resto del grupúsculo social, que cada cual tiene en casa sus prendas por lavar.

Pero no, las relaciones humanas, sociales, tribales o de manada, son así, y no suele prevalecer la normalidad pues cuando uno pasa de efectivo, titulado, a "ex", se transmuta en otro especimen, fuera del clan y totalmente prescindible.

Mas este incauto pensaba que, conociendo a la gente que conoció, debiendo los favores que debía, haciendo por ellos lo que también, en su justa medida, hizo, pues, independientemente del susodicho prefijo, era la misma persona.

No obstante,  nuestro personaje, aun siendo lelo, bien se abstuvo de asistir a eventos festivos de su ex familia política, por si acaso podía incomodar a alguien y aguar la fiesta, lo cual no estaba ni por asomo en su intención. También se abstuvo, muy a su pesar, de cruzarse con personas que, una vez obtenida la calidad de "ex", no querían verlo delante tal y como proclamaban.

Pero sí fue que asistió, sinceramente afectado, a funerales y dio pésames relativamente bien recibidos y agradecidos, mas, quizá apercibiéndose de la situación, no sabía si tomarse los agradecimientos o saludos, más como cumplimentaciones vanas del saber estar, que como gestos tan sinceros como el que él llevaba a cabo.

Mas el colmo le llegó al cumplimentar a alguien con quien siempre tuvo buena relación, siempre hasta llegar a "ex", claro está, y, si bien el afectado familiar de la persona finada aceptó el beso sincero del osado "ex", no tardó es exclamar a la vecina próxima, consciente de la cercanía del cumplimentador portador del pesado prefijo: "No sé a qué vino". A nuestro "ex" se le quedó la tez pálida mientras recibía el gesto de comprensión de la vecina receptora del afilado mensaje.

Y eso pensó nuestro protagonista "no sé a qué vine" mas recapacitó y se dijo: "Sí sé a qué vine y a lo que vine vine, y punto", y se quedó tan ancho y se tomó un chupito a la salud de la persona finada, que es la que cargó con el último "ex" que se nos adjudica. El de "ex vivo".

Y así siguió su vida nuestro antihéroe, siendo él mismo, según él creía, y siendo el "ex", dependiendo de la escena y los figurantes.

Era cosa de aprenderse el guión.

TANTA MIERDA

No se, no se, estoy confuso, como siempre... Y es que veo a los jueces procesando jueces, con querellas y sin querellas, y veo, de nuevo, a falangistas con manos lavadas, manos limpias, acusando a una estrella de la toga, la política y la conferencia, de la justicia universal donde las haya, y a otras estrellas de lo políticamente correcto reaccionar y sacar chapas con la efigie de franco para declararse antifranquistas.
Y es que uno no vivió el 36, ni puta falta que le hace, pero mal andamos si seguimos el juego a tanta patraña y tanta mierda de carné amortizado de por medio.
Porque lo jurídico es lo jurídico y, a mi corto entender, no debería mezclarse con las políticas y las campañas estas que duran legislaturas enteras.
Pero no, no hay jurídico sin político ni político sin jurídico, y refundamos tribunales a golpe de militancia.
Quienes criticaron a Garzón por perseguir a Batasuna, por cerrar EGIN, etc., por antidemocrático al fin y al cabo, ahora lo defienden como adalid de las libertades y referente antifranquista.
El juez estrella que procesó al partido que le dió un puestín, que hizo cruzada contra Pinochet que al final murió en la cama como la mayoría de dictadores, etc., etc., tuvo una genial ocurrencia al intentar dar contenido, de forma errática, para variar, a la Ley de Memoria Histórica, esa que se quedó en eso, en el escrito y en las buenas intenciones del zapaterismo del descafeínado a 80 céntimos.
Y Garzón la cagó y topó con la carcundia togada, que la hay, y lo intentan joder, porque el Gürtel, ese que no existe según Cascos y Cospedal, que los dos empiezan por C de capullos, está ahí pero yá veremos en qué queda la cosa pues la mierda salpica.
Y es que me la sudan todos, de verdad. Porque todo es mentira salvo casi cinco millones de parados.
Porque las víctimas tienen derecho a resarcirse, pero todas, pero con apoyos reales, no mediáticos ni estrellatos togados.
Que a quién exigírselo es al Gobierno,  ese que nos ha tocado, porque ahora los gobiernos nos tocan en una rifa, no se crean, y da igual a quién voten porque, como en todas las rifas, como mucho nos toca lo jugao.
Y se pide derogación de leyes de amnistía así, a las bravas, sin asumir las consecuencias que pueden tener para algunos cargos actuales, electos y dedocráticos, que, en su día, hicieron todo tipo de desmanes a un lado y a otro de estas dos Españas de mierda.
Porque ninguna de las dos me representa, porque me represento yo solo, que estoy harto y solo me adhiero a la gente normal, a la justa, a la del sentido común sin frentismos arcaicos que nos llevan a lo que siempre nos llevaron, al garrote y la navaja goyesca.
Defendamos una República como manda la razón, refundemos la Justicia, la política y el sistema de partidos, desfasado ya, yo creo, y hagámonos libres de tanto lastre.
Eso sí, devolvamos los cadáveres a los herederos y a los culpables conozcámoslos, aún muertos.
Que la verdad aflore en lugar de tanta mierda.

NIÑA MATA NIÑA Y LO DE LOS CURAS

Niña mata niña, por un chico, al parecer, aunque podría haber sido por unas zapatillas, y tras matar, el empacho televisivo de sesudos debatientes y tertulianos de baja estofa, con lo que la criatura muere varias veces por la aliteración informativa. Oportunistas politicastros reflexionan al paso y proponen reformas endurecedoras de penas, reclusiones, internamientos.
Pero nadie parece reflexionar sobre por qué se crean en las casas psicópatas de todo pelaje. ¿Será porque nada cuesta nada, solo pedirlo?. ¿Será por la falta de empatía que provoca el no haber oído nunca un no?. ¿Serán los referentes que les ofrecemos como, por ejemplo, los niños mimados de Mercedes Milá o la elegancia renacentista de Belén Esteban?.
No lo se, que yo no me dedico a la cosa psicoanalítica ni sociológica y yo, como bien saben, solamente pregunto.
Y preguntándome me pregunto sobre la pedofilia clerical, tan de moda en estos días y tan sufrida en todo tiempo por internados, ejercicios espirituales y colegios concertados.
Líbreme mi ateísmo irrenunciable de generalizar que, a pesar de que yo piense que están confundidos en eso de la fé, gran parte del clero hace honradamente su función que no es otra que la de embaucar al mayor número de incautos posible, dígase con el debido respeto a todo incauto, que bienaventurados sean, pero las relaciones de poder, las autoridades morales o inmorales, el celibato y las amenazas de condenación eterna pueden favorecer situaciones como las que ahora emergen a la luz pública.
Dejaremos aparte la tolerancia e incluso la justificación que algunos hacen de la atrocidad.