DE ASTILLAS, MORDIDAS, TRINQUES Y OSOS VERDES

Parece que lo de la corrupción va por barrios y el trinque se universaliza y no entiende de colores. Que mangantes y pícaros siempre hubo, tanto en arrabales como en los palacios.
Y da la impresión de que es más general de lo que creemos aunque el pueblo lleve tiempo asumiendo que al que está arriba, junto a la saca de los dineros ajenos, siempre se le pega algún billete, "si yo pudiera..." dirán muchos.
Y lo de Cataluña es un buen ejemplo en el que un socialista expulsado servía de enlace entre empresarios, comisionistas, consejeros y ediles del PSC y de CIU, que, habiendo "jurdeles" de por medio, es más fácil ponerse de acuerdo en ésto de la política.
Y los que siguen a la greña son los chicos de la derecha, centro-derecha, liberales, neocons, etc., que, con una Caja de Ahorros de por medio, se enzarzan abiertamente en pelea callejera, a navaja abierta, como los castizos, y parece que al final será el más callado, Rato, que tiene apellido de momento, el que se lleve el "oso" al agua y Esperanzita pide la cabeza de Cobo, escudero de Gallardón, que tiene la lengua suelta y algo incendiaria.
Y en todo anda el vil metal de por medio, y la ambición humana, monetaria y de poder, que todo se entrelaza, es mejor motor que la ideología.
Y mientras tanto, mientras por los sillones se debate por los fajos, yá hay parados que se atreven a atracar, aunque sean mil €urillos del ala, pero la vergüenza obrera les lleva al pronto arrepentimiento, a entregarse y devolver lo afanado por la desesperación.
Y el consuelo del pobre se queda en ver al Alcorcón humillando galaxias podridas de duros. El sueño americano.

AQUÍ NO

Que no. Que aquí no es el sitio.
Que aquí se admiten hasta insultos pero, por favor, lo personal, personal, queda para otros foros.
Que no.
Que yo seré lo peor del mundo mundial, que se me puede rebatir cualquier cosa que yo escriba, que se me pueden verter miles de reproches a los que, por lo general, no contestaré aunque tenga la saca llena, pero aquí no, aquí no está el saco de las hostias, las hostias me gustan en la cara, a la cara, sin capuchas absurdamente transparentes.
Y seguiré moderando comentarios, publicando la casi totalidad de ellos, pero, guerras ajenas al blog no.
Y exigiré que, cuando menos, los insultos y los despropósitos tengan algo que ver con el post en el que se comenta y, además, que el objetivo sea yo y no terceras personas.
Y no, no se puede dar imagen de condescendencia en vivo y en directo y luego recrearse aquí en el ataque.
No, aquí no. No es el sitio.
Esto es otra historia.

DISCULPAS

Algún usuario fiel me recrimina el déficit en mi actividad bloguera, déficit real y tangible tanto en frecuencia como en extensión. Y es que pasa uno por momentos en los que escribir unas líneas se hace cuesta arriba pues anda reescribiendo sus propios renglones torcidos, que son los más difíciles de redactar.

Sí escribo en Versos desde el Filo, lugar que utilizo de terapia breve para mis neuras, pero aquí, con la actualidad que hay, en mi actual momento, pues como que, aparte de mis soledades recientes, también me invade la soledad de musas.

Porque no estoy para presupuestos sin presupuestar, ni desplantes "atávicos" a vicepresidentas escudadas en la corrección política, ni apoyos a las cuentas por los mismos que se manifiestan con los etarras, ni tramas corruptas de trajeadas cabezas de turco, ediles múltiples, tránsfugas, Palaus de la Música, comisiones, vergonzantes secuestros eternos y otras zarandajas del folclore patrio.

Y es que no me pica ni Berlusconi, ahíto de farmatint, viagra y blanqueante dental.

Ni el eje universal Obama-Zapatero que liderará el globo terráqueo por mor del lado bueno de la fuerza.

No, no estoy, ni para lo más cercano.

Ni premios Príncipe de Bekeulaer (no se si se escribe así), ni fondos mineros, ni Musel, ni Campus de Mieres, ni las siempre renovadas aceras de Mieres o el aparcamiento de la Mayacina.

Creo que volveré, más por bien propio que de los que me padecen, y ruego disculpas a mis fieles, sean positivos o negativos, pero ¿quién no ha pasado un puente en ruínas?.

LIDIA

La muerte no tiene reglas, ni moral, ni ética, ni tiene en cuenta edades. La muerte es extemporánea e injusta en muchas ocasiones.
Con nueve años nadie debería morir y, por mucho que nos rebelemos contra el hecho, la realidad nos trata así, a bofetadas o, como dijo el poeta, a "hachazo invisible y homicida".
Tras tres años de lucha contra un mal de sangre, un mal cruel e infanticida donde los haya, Lidia perdió la batalla y una madre de 27 años se halla colgada de una nube del dolor más injusto, el de sobrevivir a los hijos.
Poco más se puede decir salvo dar algo de apoyo a quién sufre lo que nadie puede imaginar.

PAZ

Yo soy un hombre pacífico, nunca me gustaron las peleas, yá de chiquitín, así cobraba siempre, en la calle y cuando volvía a casa por meterme en líos en los que me metieron a base de coscorrones.
No creo en las guerras y me gustaría que alguien las desterrara del mapa.
Soy un hombre de paz, pacífico, hombre, si no me tocan mucho los cojones, claro está, pero pacífico sí que soy.
De hecho, en más de una ocasión, me ha tocado poner paz en más de una reunión de comunidad de vecinos, en algún matrimonio o pareja de hecho, entre niños de un parque y entre, como no, sus madres y sus padres, entre futbolistas, entre madres y padres de futbolistas.
Se podría decir que he trabajado en favor de la paz, a veces con excelentes resultados.
Vamos, que creo en la paz, que creo que "podemos" lograr la paz o algo aproximado.
¿Bastaría este currículum para algún tipo de reconocimiento?

EMILIO LÓPEZ TAMARGO



Los azares nos sorprenden en demasiadas ocasiones.
Desde hace unos días, Isabel, aprensiva compulsiva, estaba preocupada por un pequeño bulto que le salió en la lengua.
Yá se veía paciente del oncólogo y recibiendo radioterapia. Al final, como suele ocurrir, parece que todo quedó en nada.
Estando ayer en el bar llamó Emilio LÓPEZ TAMARGO, amigo íntimo de Julio y de Isabel y, desde hacía poco tiempo y a través de ellos, también amigo mío.
Llamó para preguntar por Isabel y yo, que, como todos ustedes saben, soy un rompehuevos pseudoprofesional, le pedí a Isabel que me pasara el teléfono.
Tras saludarlo le dije que estábamos preparando las esquelas y las coronas para Isabel dada la gravedad de la enfermedad. (Humor negro del negro, negro, con dos cojones). Él, riéndose, me dijo: "Para Isabel no se, pero igual tenéis que prepararlas para mí que ando algo jodío del estómago y me voy pa casa".
Minutos transcurrieron, o alguna hora, cuando, en el sofá de su casa, delante de una taza de manzanilla, se fue de esta vida que tanto exprimió, discretamente, con elegancia y en silencio.
Me dijo que haría lo posible para asistir mañana al acto en el que me entregan la "baratija" oficial.
Les garantizo que Emilio LÓPEZ TAMARGO allí estará, acompañándome.