LA TÍA ÁNGELA. AMOR EN LA CUMBRE

A Zapatero le pone la Merkel, tierna señora, de gesto afable pero enérgica.
A la Merkel le pone Zapatero, tan único en su especie y tan moldeable a poco que le den un poco de ternura, una sonrisa, un gesto de apoyo.
Si, en la intimidad de las reuniones, llegaron a intercambiar un beso, como saludo, simplemente, váyanse atando los machos que José Luis pidió a su asistente varios paquetes de folios de los timbrados para decretos urgentes.
Los sueldos deben ir ligados a los beneficios, eso está bien, por qué no, los empleados del BBVA se frotarían las manos; los camareros, después de lo del tabaco, tendrán que cobrar en negativo, al igual que los funcionarios que trabajan para un estado en quiebra no sólo dejarán de cobrar sino que tendrán que aportar lo poco que buenamente hayan podido ahorrar de sus eternamente congelados sueldos.
Qué decir de la minería y sus obreros y prejubilados si cobraran con arreglo a los beneficios del carbón.
En Alemania es fácil, las empresas son empresas y dan beneficios, Doña Ángela, aquí es otra historia, muchas se fundan no para dar empleo sino para chupar subvenciones y repartir pasteles.
Pero la tía Ángela suelta propinas y las dosifica según el uso que el sobrino haga del dinero, así que nada, José Luis, sobrino favorito, a firmar acuerdos, que es lo tuyo.


1 comentario :

julia rubiera dijo...

esta asturiana te aplaude y se quita el sombrero ante ti, un besin y feliz fin de semana.