MADRID

Vuelvo sobre estos pagos desde el Madrid de la luz tostada. El Madrid conocido y variante en el que me tienen formándome. Formándome para el trabajo, ese que tengo y que, cuando vuelva, por el contexto viciado en el que me muevo, no será digno de que aplique los conocimientos adquiridos, pero eso es otra historia y haré lo que debo hacer a pesar de todo. Hasta el viernes aquí sigo. El pasado sábado hubo manifestación a la que, es posible, debiera haber ido. Pero no. No por que no es el momento, aun siendo justa la causa, y no, por la politización. Por que una reivindicación justa se puede convertir en partidista, en propaganda de alguien que, de gobernar, igual no nos defendiera tanto como dice defendernos. Porque todos los políticos hacen igual, o igual no, pero no me fío, y, por eso, pues estuve comiendo con mi familia y mis viejos amigos ajeno a la pancarta y la pantomima inútil. Y aquí sigo, madrideando hasta el viernes, en que recogeré el cosmopolitismo en mi petate para encarar la vía hacia la aldea. Mi aldea, en la que me espera lo único que tengo.

1 comentario :

Anónimo dijo...

Te espera tu aldea, te espera lo tuyo
madrugón, curro... tu casa.