FELIZ DÍA DE LA POLICÍA

Puede uno resultar cansino, es cierto, obsesivo incluso. Pero es que mucho está cayendo. Mucho por todos lados.
Hoy es día dos de octubre, festividad de los Santos Ángeles Custodios, patronos de la Policía española.
En tiempos de bonanza, de escasa conflictividad, la Policía es una de las instituciones más valoradas por la población en las encuestas sociológicas. ¿Por qué?. Porque la mayoría de los ciudadanos ven en la calle el trabajo diario de un servicio público cuya misión fundamental es esa, servir.
Pero cuando las cosas están como están, cuando la gente se ve abocada a salir a la calle a expresar su justa indignación por lo que parece el triunfo del absurdo como sistema, la Policía tiene que desempeñar una de las labores más comprometidas y menos reconocidas. Salvaguardar el orden. Y el orden es orden para todos, no el orden establecido ni político, sino la paz en la calle y los derechos de la mayoría.
Digan lo que digan bienintencionados convocantes y plataformas teóricamente heterodoxas, el pasado 25 de septiembre, si la policía no interviene o se ve desbordada, como era lo que se pretendía, podríamos estar lamentando ahora gravísimos sucesos. Lean un poco sobre psicología de las masas y comprenderán que con que haya una mínima chispa iniciadora, el más pacífico de los manifestantes fagocitado por la turba, puede convertirse en cualquier otra cosa.
Que no todas las intervenciones están bien hechas, seguro, que puede haber algún exceso, sin duda y habrá que depurarlo, pero pongo la mano en el fuego por el conjunto general de mis compañeros que, así, en general, demuestran una gran profesionalidad en situaciones nada agradables.
Otra cosa es que se pretenda que no haya policía, que ésta no utilice nunca la fuerza legal, que se pueda empujar y acorralar a los actuantes, aunque sea con la espalda mientras se alzan los brazos en efectista gesto de pedir calma, y que los mismos no puedan responder. La policía es la policía, le pese a quién le pese, y en el ejercicio de sus funciones son depositarios de legítima autoridad.
Invitaría a más de uno a que intentara violentar una barrera policial en París, Bonn, Bruxelas, New York o, como no, en Cuba, Venezuela, Ecuador, etc., etc.
Y muy bien funciona la propaganda falsaria de la leyenda urbana twitteada. El hipócrita camarero de los brazos en cruz, los chicos de las banderas que, teóricamente policías infiltrados, han reivindicado en facebook el acto violento que reventó la manifestación con sus argumentos y estrategias, llamando "mariconas" a los de la resistencia pacífica. Y lo triste es que cale en gente supuestamente preparada, con responsabilidades políticas, que han gobernado, gobiernan o aspiran a gobernar.
Porque somos así. Porque creemos sólo lo que nos gusta creer y nos frotamos las manos cuando un detenido que sale del juzgado, curtido en mil batallas del mismo cariz, cuenta el drama de lo sufrido en las mazmorras. Porque el periodista vende más arremetiendo contra lo que representa el Estado y publicando la foto conveniente a la causa.
Lo políticamente correcto, para algunos, es la tendencia a la acracia, y lo comprendo dada la situación en que lo que llamamos "poder", concepto tan diluído en parqués y mercados, está haciendo con el conjunto de la ciudadanía. Pero sería deseable no llegar al caos por mucho que crezcan los apologistas del mismo, aunque tengo mis serias dudas de que la situación actual no sea ya profundamente caótica. Y se simpatiza más con el adoquín y el cóctel molotov que con la porra legal.
No obstante, hoy, es el día de la Policía. Me entregan una condecoración por llevar más de veinte años en este trabajo, condecoración que he tenido que pagar de mi maltrecho bolsillo, no se crean. Veinte años de satisfacciones, entrega, servicio, y más de un disgusto despidiendo a más de un compañero envuelto en una bandera por haber dado todo por esta sociedad.
Por todo ello, en este día me felicito y felicito a todos mis compañeros, a sus familiares, a sus amigos y a la sociedad entera a la que nos debemos, nos escupa o nos piropee.
Por supuesto espero que despotriquen a gusto en sus comentarios. Si no rebasan las barreras del respeto entre iguales, serán publicados convenientemente.

1 comentario :

chure dijo...

Felicidades, aunque con retraso, y muchas gracias a todos por estar siempre ahí.