ESQUELA

Hay un toro calzado con botines llorando a la orilla de un lago.
Las banderas de los taxis no están bajadas ni marcando "libre", están a media asta.
Nuestro amigo el policía, policía nacional, "apatrulla" la ciudad con más desgana de la habitual.
El pueblo, el pueblo de verbena, de pasodoble agarrado, de copla, fiambrera y "cassette" de gasolinera, el pueblo que existe aunque nadie lo nombre, el que llena plazas de toros para ver corridas o para oír las canciones de un semejante, de una persona normal, feo con avaricia pero igual a la gente común, de voz chillona y gorgorito imposible terminado en "au", ese pueblo, ajeno a la CULTURA con mayúsculas y lector del "Marca", de café con churros y manos callosas, de cañas y tapas de domingo, rozando el "mileurismo", hoy, echa de menos a alguien.

2 comentarios :

Gracchus Babeuf dijo...

Pues sí señor. Un compañero del curro me dijo hoy: "Con la cantidá de hijoputas que hay sueltos, y se tiene que morir el Fary".

Era el único español que no le caía mal a nadie.

Juan Luis Nepomuceno González dijo...

Cuanta razón tiene su compañero.