Anoche tuve un  sueño. Un sueño en duermevela mientras, de fondo, se oía la programación  especial de Radio Nacional de España con motivo de los comicios a  Emperador.
 Anoche tuve un  sueño y vi la Casa Blanca ocupada por una familia negra, más o menos  descafeinada, y era como si fuera lo más normal del mundo, como si en Estados  Unidos fuera natural, desde siempre, que un hombre de raza negra, aunque fuera a  pinceladas, ocupara el despacho oval.
 Vi a Zapatero,  sentado en un saloncito presidencial, junto a Barack, tomando chupitos con los  pies encima de la mesa de centro.
 Vi a Chávez  cantando rancheras en el comedor de gran gala mientras el flamante presidente  americano sonreía, entre bostezo y bostezo.
 Vi a Zapatero,  Obama y Sarkozy, junto a otro presidente indefinido, en una reunión en un  archipiélago atlántico, decidiendo una necesaria intervención militar en un  país, en defensa de los desheredados y de sus libertades. Vi la unificación de  África y la erradicación del hambre y las tiranías.
 Vi una Asamblea de  la ONU en la que, sin derecho de veto por parte de nadie, se tomaban decisiones  vinculantes en beneficio de la humanidad y del Planeta, por mayorías  proporcionales a la población de los Estados. Vi, como no, a Ibarretxe  envejecido, sacando una pancarta en mitad de dicha asamblea con el lema "Por el  derecho a decidir de los vascos del mundo", siendo expulsado por servicios de  seguridad, como el viejo trastornado que es.
 Vi la abolición  global de la pena de muerte.
 Vi..., vi tantas  cosas..., vi tanto que desperté descreído y escéptico.
 
1 comentario :
No tengo la menor duda de que ayer se le fue la mano con la cena y luego pagó los excesos en sus sueños.
Cuando se despertó esta mañana ¿el mundo seguía siendo el mismo?
Un saludo.
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