DE CARNÉS Y PUESTOS

No, yo tampoco tengo carné, ningún carné salvo los obligatorios para todo ciudadano que además conduce y el de donante de sangre, bueno, y el de un sindicato que no están las cosas para estar indefenso ante el patrón, aunque el patrón sea el que más empleados tiene.
No, y como no tengo, bien podría ser ministro, o vicepresidente primero, o segundo, o portavoz parlamentario, todo es que me lo propongan y acepte.
La verdad es que militar en un partido años y años, pegar carteles, cerrar sobres, asistir a agotadores congresos, pagar cuotas, etc., para que luego los puestos de "relumbre" se los lleve alguien ajeno a la organización pues puede molestar.
Y no digo que esos "independientes" no sean idóneos para las responsabilidades asignadas pero, entonces, puede que se esté dando un mensaje equívoco.
Para qué militar y comprometerse con un partido si basta con simpatizar sin mojarse y tener amistad con el dirigente todopoderoso.
Los partidos comienzan, desde hace tiempo, a dejar de ser organizaciones para convertirse en séquitos de un dirigente carismático que les lleve o les mantenga en el poder.
Las ideas y decisiones del líder prevalecen sobre las del partido. Ahora bien, si éste fracasa, no duden en que habrá revancha.
Democracia formal y de márketing. Y no me refiero sólo a un partido. Además, visto lo visto, los que mantienen la democracia interna están abocados a la desaparición.
Y esta es mi reflexión de hoy, que me encuentro algo griposo y espeso, y ahí se la dejo que es "de gratis". 
 

1 comentario :

Maripuchi dijo...

Muy de acuerdo con lo que dices.