Mañana nueva  pantomima. 
 España se  debate en el debate de los presidenciables, vaya dúo. No se debate esencia,  ni solución de problemas. Se cruzan las consignas y las frases hechas por  directores de comunicación. 
 Cantinelas,  estribillos, barata demagogia en estado puro con total desvergüenza y falta  de respeto al que el próximo domingo debe ejercer un supuesto  derecho.
 Promesas difusas  en lugar de propuestas concretas. Qué y como, no, de eso nada, sólo el titular  de la idea vana que más influya en los sondeos. Acusaciones, reproches,  calumnia, especulaciones, conspiraciones, declaración de intenciones sin  concreción, y gráficos, muchos gráficos, y lectura de guión improvisado por el  apuntador titulado. "Dale ahí, que ahí le duele..."
 La izquierda  parecerá más o menos izquierda según convenga y la derecha hará lo posible por  disimular su condición de derecha. Que todo es centro aún alabando el  franquismo.
 Eso sí, tiene que  haber igualdad en la iluminación, nivel de maquillaje, ángulos de plano,  ecualización de sonido y que no suden, que no se noten los nervios. Moderadora  cuasi robotizada para que no se pierda un ápice de imparcialidad  aséptica.
 Nos pedirán el  voto para administrarnos y no nos explicarán casi nada de cómo lo van a hacer,  de cuanto nos va a costar ni de cuánto nos va a pesar.
 Al día siguiente  resultados de liga contradictorios. Habrán ganado uno u otro dependiendo de la  afinidad del medio que contrate la encuesta. El gobierno de los publicistas.  Márketing de intenciones de voto. Programas electorales hechos bajo estudios de  mercado. 
 Política,  poca.
 Democracia solo  formal de anuncio y video internauta. 
 Pero  basta  que ETA pida la abstención para que uno, que es muy desobediente dependiendo de  con qué gente, va a ir a votar, qué cojones, que por llevar la contraria a los  hideputa soy capaz de votar a Ibarretxe, aunque me escueza.
 Lo que me  entristece y me decepciona y me subleva y me enerva es tener que ir a votar, no  a una idea o a una ilusión, sino a la opción que evite que gobierne la otra.  
 Es un voto en  negativo. A ti no. 
 Y es que, y lo  digo con el ceño fruncido, sin arquear, creo que hay pocas razones para  creer y pocas alegrías que defender pero sí que se deben poner tabiques a la  tristeza, a la injuria, a la calumnia, al apocalipsis y sus profetas.  
 Pueden llamarlo  voto útil o simplemente subsidiario. A falta de pan...
3 comentarios :
Hola don filo,solo te escribo estas letras para decirte que de nuevo estoy navegando.
Ha pasado la peor tempestad de mi vida,pero parece que la he superado,en breve podre empezar a darte la murga en tu blog,hasta entonces,un saludo
Más espadas de racionalidad como la suya hacen falta. Su desencanto es el desencanto de muchos. Su claridad en la exposición así como la firmeza en cuestiones básicas, son meridianas. El debate yo lo veré sin volumen, como los psicólogos. Atención a los planos de escucha. Atención a los ojos del hipnotizador y al despliegue folklórico del ciclista. Pensándolo bien, subiré el volumen, pero no mucho, no vaya a ser que despierten a mi niña, que no es la de Rajoy. Eso sí, habla inglés de andar por casa, nunca mejor dicho, y en la intimidad. Vote usted con todas sus fuerzas, con las ideas claras, o turbias por el vermú doble. Y no se olvide de pedir, allí vamos, que amanezca un nuevo día sin los hideputa sanguinarios, sin estúpidos en las instituciones, sin gentuza en general. Sin crucifijos y sin velo, a poder ser. Esta era la parte clásica e utópica para acabar. Malos tiempos para la lírica. Bueno, nunca lo fueron. Un saludo. Siga usted así, Don Filo.
Esta será la 2ª vez que vote. Y como la primera no votaré a alguien, votaré “contra” alguien.
Viviendo en libertad y democracia, a mi me ha dado siempre igual quien me ha gobernado. Unos tenían unas cosas u otros otras.
Social y economicamente, no tengo criterios muy selectos y como en esos asuntos vamos 10 años detras de Francia y Alemania y 20 detras de USA, no me suelo llevar sorpresas. Hasta la llegada del Regimen de Zapatero.
Pero si quien gobierna insultan a mi familia, a mi nación y a mí.
Y me obliga a vivir sin libertad ni democracia, ya no me da igual y de momento voto, voto en contra, que es lo único que puedo hacer, de momento.
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