EFECTO DOMINÓ.- Economía de tasca.

- El capitalismo es "asín", amigo Higinio.

El que se forra, cuando todo es bonanza, se forra a espuertas, el asalariado suele no llegar y sus posibilidades de progreso o ahorro son mínimas, cuando no nulas.

El que se forra, cuanto más se forra, más posibilidades tiene de multiplicar sus ingresos, ahora bien, cuando deja de forrarse, el asalariado va al paro y el Estado inyecta al que se forra pues de su ruina depende la ruina de los demás.

Los estados, cada vez más débiles ante el capital, que carece de fronteras y banderas, poco pueden hacer para salvar la nave, que, desde hace tiempo, navega al libre albedrío por islas de piratería y puertos francos.

Globalización y libre mercado eran la panacea que ha llevado a la agonía al sistema.

¿Qué hacer ahora?, ¿cómo coger las riendas del potro desbocao que hace cabriolas junto a los precipicios?.

 

- Anda, Matías, mueve ficha, que te toca, y no me calientes la cabeza que bastante tengo con lo mío. Y deja el anís que te va a traer un problema.

 

- Eso es, Higinio, sigue así, anestesiao delante del dominó y criticando a quién se preocupa de los problemas globales, al hombre comprometío con su tiempo. Así nos va, Higinio, así nos va.

 

- Me cago en mi manto, Matías, que te ha dao llorona...

 

- Es que no es pa menos, Higinio. Que la cosa esta mu jodía y vamos tos al garete. Que han estao vendiéndonos motos toa la puta vida y nosotros, hala, a consumir y a empeñarnos por la bendita sociedad del bienestar de los cojones. Y ahora, ea, a salvar a los usureros. Pero es que, si no los salvan, los que salimos perdiendo somos los de siempre. Lo que yo te diga, aquí hacía falta un Marx resucitao o algo por el estilo, que se rompen los cimientos, Higinio.

 

- A tomá p'ol culo, Matías, vete a tomá p'ol culo. Que pa una partía que quería uno echar y evadirse de los problemas, llega el filósofo de los cojones y te jode el día. Anda y que te den, Matías, que te den que toa esa canción que me estás cantando yá me la sé, hombre, que eres un plasta, que no me vas a descubrir a estas alturas la pólvora, que está to inventao, y pa unos céntimos que le quedan a uno en el bolsillo pa gastarlos tomando un vino a gusto, tiene que llegar el profeta del apocalipsis pa contarle a uno lo que ve todos los días en el telediario. Y ahora, si te sale de los huevos, pagas la ronda, que bastante he hecho yo con aguantarte.