DE CONSULTAS Y GALONES

Ibarretxe, “el consultómano”, volvió a sacar su plan y puso fecha a la consulta a los vascos y vascas. No hay listas de espera para esa consulta y el energúmeno caprichoso sigue en sus trece de pasarse por el forro del peine de los vientos la legislación vigente. Viene a decir Savater, el inventor de partidos, que si la autoridad se salta la legalidad pierde autoridad para exigir a los ciudadanos que cumplan sus deberes como, por ejemplo, pagarle el sueldo que despilfarra delinquiendo.

Pero Juan José, o Jon Josu, que no Josu Jon, es tozudo y terco cual acémila y quiere que voten los vascos y vascas. Y ahora consultaría yo ¿Quiénes son los vascos y vascas?. ¿Los que habitan el territorio que gobierna el tonsurado lehendakari?, ¿los que habitan en todos los “territorios históricos”?, ¿Cuáles son los territorios históricos?, ¿Son vascos los apellidados González o sólo los de apellidos “euskéricos” que diría Anasagasti?, ¿todos los que pagan impuestos?, ¿los censados y no contaminados?, ¿todos los censados?, ¿los exiliados por la amenaza?, ¿qué se puede considerar pueblo vasco?, ¿tiene el pueblo vasco una concordancia real con la territorialidad o no todo lo que allí ha habitado siempre es vasco, de los vascos y vascas?.

Lo que es más importante, ¿sería una consulta en total libertad?, ¿se podrá votar libremente o, como es habitual, la sombra de las capuchas, que es alargada, velará por el buen desarrollo del “derecho irrenunciable”? ¿Están los ciudadanos y ciudadanas vascos y vascas realmente interesados en votar si algún día, reconocido no se qué derecho, se separarían del Estado, el español primero, para luego separarse del francés, y luego anexionarse Navarra, si puede ser y otra consulta lo permite, porque tienen el derecho de decidir no sé si saben qué y por qué y en el nombre de quién?.

No sé si te dejarán saltarte la ley a la torera o a lo dantzari, pero Acebes ya se frota las manos pues no hacéis más, entre tú y los secuaces de Carod, que darles argumentos para sus cruzadas heróicas y rojigüaldescas, y arañar votos de la gente que empieza a cansarse de vuestros “rompehuevismos”. Porque lo de reclamar la República está bien, pero mientras tanto llega, dejar al Jefe del Estado en sargento, es un poco bochornoso, suena a pataleta: “No te vas, pues te quito los galones”.

¿No será esto un concurso de ocurrencias?.

Entre incineraciones de fotos invertidas, exigencia de abdicación por parte de Federico, los libros del tal Herrero, político vocacional y escritor a ratos, y la degradación del Capitán General por Rovira y los suyos, pues debe estar provocando un descojone generalizado en los habitantes de la Zarzuela que no ven competencia seria entre tanto descerebrado.

Santa República, perdónalos porque no saben lo que hacen.