MEMORIA PACENSE

El tema de la llamada "memoria histórica" es algo sobre lo que no me he pronunciado aún. Si bien creo justo, necesario, higiénico y sanitario para la salud colectiva el reconocimiento de los fusilados, represaliados, asesinados, torturados, etc., por simplemente pensar de forma distinta al otro, también pienso que no debe quedar ninguna injusticia ni salvajada, y hubo muchas, en el tintero.
Es cierto que la derecha y el clero, durante cuarenta años de dictadura fueron suficientemente reconocidos como víctimas, pero la izquierda no debe caer en revanchismos sectarios obviando los errores propios.
En el, para mí indispensable, blog "Matacucarachas" he encontrado este cartel que me toca en la médula sentimental pues Badajoz es la tierra de mis raíces y sufrió, como ningún otro sitio, la matanza más atroz y sanguinaria de la Cruzada franquista.
A pesar de la barbarie, los extremeños, grandes de espíritu como han demostrado históricamente en infinitud de hazañas, sobre todo en Ultramar, a pesar de convertirse tras la guerra en tierra de "Santos Inocentes" expoliada por amos, señoritos engominados y Duquesas, no mantiene el odio que podría haberles llevado a encapucharse y asesinar a todo aquél que consideraran extraño, como en otras latitudes más beneficiadas por el boom económico e industrial del franquismo a las cuales los extremeños tuvieron que emigrar y fueron tratados de maketos o charnegos. En Extremadura no hay extraños y sus murallas están siempre abiertas.

1 comentario :

Un Oyente de Federico dijo...

Creo que el revisionismo historico es saludable e indispensable.
Pero si el que lo hace es el Estado, entonces, es patológico.

Hay que ser muy memo, pero que muy memo o muy fanático para tragarse una historia oficial hecha por los vencedores (los de entonces o los de ahora).
Y si tragársela es de memos y fanáticos, el querer imponerla es el máximo exponente del fascismo.
Es el 1984 de Orwell.

Los hechos tienen muchos matices y no se pueden aislar del contexto.

Dice Ud que Badajoz “sufrió, como ningún otro sitio, la matanza más atroz y sanguinaria de la Cruzada franquista”.
Será porque desconoce la matanza de presos “nacionales” de las carceles de Madrid y enterrados en fosas comunes de Paracuellos del Jarama y pueblos aledaños.
En ellas hay enterrados más de 5000 personas (civiles, militares, políticos, artistas, intelectuales), ya documentadas, de ellas casi 200 son menores.
Fueron asesinadas por ordel del Consejero de Orden Público, Santiago Carrillo.
Los sacaban de noche, diciendo que los iban a liberar. Estaba previsto asesinar de esa manera a unas 10.000 personas.
El anarquista García Oliver, Ministro de Justicia y sobre todo a un santo, ateo pero santo, el anarquista Melchor Rodriguez, consiguieron impedir el asesinato de otras 5.000.

¿En que bando de “La Memoria Histórica”, de Zapatero meterá?:
A Melchor Rodriguez.
A los que despellejaron a Andreu Nin.
A los niños de 15 años, que sus padres apuntaban de voluntarios republicanos para cobrar las 10 Ptas diarias y fusilados por deserción.
A los que ordenaron esos fusilamientos.
A los desertores.
Al Servicio de Inteligencia Militar Republicano (SIM).
A las checas.
A los que ordenaban los bombardeos sobre Gijón.
A Cipriano Mera, Julian Besteiro, Wenceslao Carrilo, el General Casado, que traicionaron a la República para impedir la matanza ordenada por Stalin.
A …

Pero nadie, en su sano juicio, puede estar en contra de recuperar los restos de las personas enterradas en las fosas comunes. Pero las de TODOS ya sean las de Paracuellos o las del Llobregat.
Y con toda la dignidad, por pura higiene social.