PÉRDIDAS DE TIEMPO Y DINERO. De hogueras, camisetas, libertades y cachondeito.

A mí, la verdad, que alguien queme fotos de alguien, sea quien sea, me parece únicamente un acto primitivo, primario, ritual de vudú simbólico, de mal gusto, pero no como para mandar a la cárcel a nadie.
Y no es que me solidarice con los procesados pues sus cercanías ideológicas y metodológicas a los batasunos me hacen, de entrada, despreciarlos. Ésto, por supuesto, es subjetivo y pasional, pero soy así y no lo puedo remediar.
Desde el punto de vista objetivo creo que, la ley, nos guste o no, mientras haya sido aprobada democráticamente, es legítima y está para cumplirse y hacerla cumplir por los órganos competentes.
¿Cómo un fiscal, tras llevar a la Audiencia Nacional a los chicos de las antorchas, dándoles propaganda victimista, acusados de un delito de Injurias a la Corona, va ahora, en pleno juicio, y cambia la calificación del hecho desde un delito grave a una pequeña falta contra el orden público?. ¿Qué iluminación, divina o humana, le lleva a última hora a trasladar el hecho del lugar donde se juzgan los delitos más graves a un pequeño juzgado de Instrucción?. ¿No podría haberse ahorrado el espectáculo?.
¿Cómo se tolera que la sala de un tribunal, que debía ser sagrada pues allí se imparte la justicia, se convierta en un manifestódromo con festival de camisetas, con descojono generalizado?.
Podrían quizá haber autorizado que llevaran litronas y se mearan en el estrado, ¿por qué no?.
No obstante, siendo un convencido republicano, éstos republicanillos de gasolina y hoguera no me representan y, para mí, no son ningún símbolo de la lucha por las libertades. 
Y, como se que habrá más de un progresista que discrepe de mí, que pruebe a quemar un retrato de Companys o una Senyera al lado de una reunión de estos chicos tan simpáticos.
Verá como respetan su derecho a la libertad de expresión.
 
 

1 comentario :

Un Oyente de Federico dijo...

Ya hace tiempo que para la progresía, es más importante el continente que el contenido.
Esto y lo que comentaba Ud. en su anterios post, es la consecuencia.

Da igual Monarquía que República si lo que impera es la miseria social.

Dentro de poco más de un mes, se sienta mi hija en el banquillo y ya que ha tenido la mala suerte de que no la juzgue Garzón (con el todos salen absueltos), al menos que la tocara un fiscal buenrrolista como el que le ha tocado a los nacional-socialistas catalanes.