CRÓNICAS RURALES.- EL CAPITAL

- Buenos días Higinio.
- Buenos días, Cabo, como usted por aquí.
- Dando una patrulla por el "extrarradio".
- Muy bien hombre, muy bien. Yo ya ve, aquí, atendiendo al "ganao", como siempre, que algunos nacimos "pa" trabajar "na más" y así palmaremos, trabajando como burros.
- Bueno Higinio, no te quejes que la vida no te ha tratado demasiado mal. Tienes tus tierras, tu ganado, que algo te habrán dado.
- Sí me han dado Ramírez, sí me han dado, para qué lo voy a negar, pero lo empleé todo en el hijo y en trabajar más cada vez. ¿Cree usted que esto es vivir?.
- Leches, Higinio, que hay gente que está peor hombre...
- Eso es verdad pero, ¿sabe usted cuanta gente hay forrada sin dar un palo al agua?
- Es verdad, el sistema es así. Pero bueno usted pudo darle a Andresín unos estudios y ahora es un hombre de provecho en la capital, ¿no?.
- Todo mi esfuerzo estuvo empeñado en ello. Pero no sé yo si mereció la pena.
- Pero hombre, Higinio ¿Como dice usted eso?. Su hijo hizo una carrera que muy pocos pueden sacar con el aprovechamiento que obtuvo él. Además, ahí lo tiene, con un alto cargo en una multinacional y cada vez que puede viene a verles.
- Sí Ramírez, sí, si yo no tengo queja de mi hijo, si todo lo que pude darle lo aprovechó con esfuerzo y sacrificio y ahí están los resultados pero yo, más de una vez, me pregunto si no hubiera sido mejor que hubiera quedado aquí, trabajando como la gente honrada, ganándose el pan como Dios manda.
- ¿Pero acaso no se gana el pan de una forma honrada?. Bueno, algo más que el pan.
- La verdad es que, parece que lo que hace es todo legal. Vamos, que mi hijo no es un delincuente pero que sea honrado hacer lo que hace él y otros como él, tengo mis dudas, Ramírez, tengo mis dudas.
- No acabo de entenderle.
- Mire usted, sin ir más lejos, la última vez que estuvo aquí ni pasó por la finca. No se despegaba de un aparato de esos que ahora quiere tener "tol" mundo. Un ordenador de esos que se llevan en el maletín. Con el chisme ese se conectaba a eso de la Internete y, cuando le preguntabas, decía que estaba trabajando. Sí, trabajando desde la cocina de mi casa, no me dirá usted que eso es "mu" normal, pues bien, un día que estaba "enchufao" a la pantalla comenzó a dar saltos y gritos como si hubiera "marcao" un gol el Madrid, que con los tiempos que corren es bastante. Cuando le pregunté qué le pasaba me dijo que acababa de ganar diez millones, así, sin anestesia ni nada, diez millones de Euros, Cabo, no de pesetas, de Euros, y tocando las teclas del artilugio ese y sin soltar una gota sudor. Eso no me parece "mu" normal, Ramírez, mire usted, él lo justifica diciendo que acababa de cerrar una "operación", como si fuera cirujano en vez de economista, una operación en la que el dinero cambia de manos en cuestión de segundos, y con la que se acaban de cambiar de dueño varias empresas importantes con todos sus terrenos, sus edificios y sus obreros. Luego, miro el telediario y veo que una de las ventas de Andresín ha acabado en cierre de fábricas y despidos masivos. Gente que trabajaba honradamente se ha visto en la calle porque, entre otros, mi hijo, ha tocado no sé que teclas en el ordenador cerrando una operación. No me joda Ramirez, eso no puede ser de ley, que yo lo que tengo lo he "comprao" con el fruto de mi trabajo, y pago los impuestos como el primero, que nunca dí motivos a Hacienda para una inspección, que si he tenido subvención ha sido por no ser más imbécil que los demás que también chuparon del bote. Pero yo me levanto a las seis de la mañana y no paro hasta la "oscurecía", y así tengo los huesos, y el cabrón de mi niño ni se inmuta mientras participa desde mi propia casa en una "OPA" de esas que tanto hablan en la "tele", forrándose él y otros como él, sin doblar el lomo un ápice, Ramírez, que esto va a ser cosa del Demonio.
- Puede que tenga usted Razón, Higinio, va a ser cosa del Demonio. Pero en este sistema estamos y parece que va a más. Esto es lo que se llama "Capitalismo".
- Pues me cago yo en el Capitalismo, Cabo, me cago en el Capitalismo y en "to lo que se menea".
Ya de noche, frente a la pantalla de su ordenador, Ramírez recordaba la conversación con Higinio y le vino un ápice de inspiración para su blog.

8 comentarios :

Anónimo dijo...

¡Qué bueno! Me horroriza el mundo de la bolsa, la economía, es una falacia asesina. Y me hace sentir impotente.

Estoy de acuerdo con Higinio, no es legal.

Buenos días.!

Unknown dijo...

Querida elbereth:

Si la economía es una "falacia asesina" entonces los que se dedican profesionalmente a ella son ¿unos falaces asesinos?. Por otra parte, Higinio no dice que no sea legal, de hecho afirma que sí lo es: "La verdad es que, parece que lo que hace es todo legal."
Otra cosa es que no sea justo. Lamentablemente la legalidad y la justicia no siempre van unidas.

Anónimo dijo...

Muy, muy bueno, en serio, no sabía si reír mientras lo leía, por la gracia que tiene cuando lo cuenta, o.. pero me he reído :-)

Anónimo dijo...

Valin: pues yo diría que por premisas lógicas, sí, los que se dedican a hundir empresas sin escrupulos son asesinos. Hay muchas formas de matar, creo... No quiere decir que todo el que tenga una carrera de económicas lo sea...:-) claro está...

Y me pareció que Higinio rebosa ironía, hay muchas forma de decir las cosas... cierto es qué "legal" no es lo mismo que "justicia", pero no deberíamos aceptarlo...¿demagogia? Me pierdo con los conceptos...
LO siento...

Juan Luis Nepomuceno González dijo...

Por favor no se me crispen que no era ese el objetivo.

Elbereth y su silencio dijo...

:-) No nos crispamos... ya nos conocemos...

Elbereth y su silencio dijo...

Es que no me gusta que me llamen "querida", :-)

Unknown dijo...

Es lo que tenemos los falaces asesinos. Nadie quiere que le queramos.