A GUSTO DE AGOSTO

Cae Agosto como una losa. El mes de la inactividad, el bochorno, las serpientes de verano, las fotos en Mallorca de El Bribón y familia, la paella, la arena pegajosa, el olor a sardina, las bermudas inconcebibles y los tangas invisibles.

Mes de hastío de estío que comienza con un archipiélago ardiendo como antorchas de baliza en mitad del atlántico, dando sensación de abandono por lejanía, de soledad insular.

Nuestro talibanes particulares continúan intentándolo mientras sus fieles colocan carteles festivos llamando a la eusko-yihad. Cartelitos que permanecen dos días para contentar a los integristas y no provocarlos con una pronta retirada que pudiera ser interpretada como blasfemia.

El Supremo, que es Dios en esto de tribunales, le dice a Ibarretxe y su turba que, por mucha sana costumbre que haya de no poner banderas de España en los edificios públicos, eso no quita para que sea ilegal y que las costumbres y los hábitos, cuando son nocivos, hay que corregirlos, y para esa deshabituación a la antiespañolidad y la vulneración de los preceptos están los Jueces, facultativos en esto de la salud democrática, cuando no despotrican, claro está, que errores médicos ha habido siempre.

Mientras, el partido de Ibarretxe, ese partido tan simpático que fundó un tal Sabino y de cuyo tronco salieron varias ramas, unas más retorcidas que otras, dando algún que otro fruto envenenado, pues parece que vuelve a estar en crisis con eso de la consulta tan urgente para unos y tan secundaria y fuera de lugar para otros. Por un lado Imaz y la sensatez, y, por el otro Egibar, lo más tonto que ha parido madre en mucho tiempo, pelota aventajado de Arzallus. Claro que esto son opiniones personales mías que no tienen por qué ser siempre verdades absolutas, aunque yo esté convencido de ello que yo me auto convenzo con mucha facilidad.

Se publican sondeos y barómetros y ZP recupera frente al gallego empurado, pero el aprobado es raspado.

Siguen tirándose a la cabeza todo tipo de objetos, tales como móviles que llevaba algún ETARRA, las actas, espías dobles que son como patatas calientes y nadie quiere cargar con el mochuelo, las llamas canarias, y un sinfín de manidos temas típicos de estas eternas campañas electorales que son las legislaturas.

En Asturias calor, calor dentro de las posibilidades de Asturias, brumas matinales, sol picajoso pero zángano, etc. Y en Mieres bochorno, bochorno de liberaciones municipales, de humedad de Caudal y descenso de transeúntes en la “Ruta del Colesterol”. El río, por llamarlo de alguna forma, San Juan, tapizado de verdes algas que parece más una marisma que un río cantábrico. Y parece ser que en las Cuencas Mineras no hay tantos bares como creíamos y hay sitios que nos ganan a “chigres” por habitante. Sobre todo este mes que, para tomar una cervecita, te hartas de darte de bruces con persianas bajadas y el simpático cartel de “Cerrado por vacaciones”.

Operación salida, campañas, radares, alcoholemias, imprudencias, sanciones, accidentes, heridos, muertos, el reverso de lo vacacional y festivo.

Recuerden que los hay que en Agosto, o al menos parte de él, también trabajan. Pero no se preocupen en demasía que de ésta tampoco me hernio, que no están los tiempos para excesos.