BORRACHO DE MÚSICA Y AUSENCIA

Gime un violonchelo recorriendo el bluetooth de mi móvil hasta los inalámbricos cascos y se me aterciopela el ansia.
Evoco imágenes en revoltijo, a los compases de "Las Horas" de Phillip Glass, y me sumerjo en la espiral de acordes y no me hago preguntas ni respondo a lo irresoluble.
Hoy no es el día, medito, mientras fumo el cigarrillo que sé no debería fumar mas no me arrepiento de la pequeña porción de suicidio. Tanto hospital visito y tanto pésame doy en las últimas fechas que quizá asumo, con total naturalidad, la levedad y la brevedad.
Llega un tiempo en que el no ser pierde el dramatismo con que vestíamos, en años más jóvenes, la pérdida propia y ajena. Así son las cosas, vienen, como viene la entrada de los violines tras la introducción pianística. La melodía, aunque no esté escrita, tiene sus crescendos y sus adagios, epílogo y silencio final. Silencio de palabras gastadas y silencio de luz.
Este hastío sereno, este ir al pairo, me hace ser espectador impasible de sucesos. Sucesos sentidos, no ignorados, pero ahora, hoy, en este momento, sin aspavientos. Y sé que sufro mas no me atormento. Sufro lo mío y lo prójimo mas no quejo, no sollozo ni gimo por lo vano de la lágrima.
Por el Este sangra y arde Europa, que es mía. Por el Norte gente bajo acoso y derribo, reinando la mezquindad en tierra también mía, aunque negada. Por el sur avanza la armada de la miseria, de negra piel y pena negra de hambre y muerte. Florece en cada portal, en cada acera, sangre de mujer expropiada de la vida que da. Jóvenes desleídos y movilizados de móvil impregnado de calimocho se apalean para llenar tarjetas de memoria de hazañas transmisibles. Carne de niños mancillada por hombres del saco, ogros míseros con terminal de corrupto disco duro.
Todo eso ocurre, ahora, pero no es el día. 
Yo no, yo me empapo de notas y me ablando. Yo no estoy para eso y me evado, doliéndome dulcemente, mecido en lo triste, acunado por la frase principal a piano insistente, casi en el sueño, soñando lo que veo despierto. 
Estoy en el estado en el que hasta la pesadilla, irremediable, es llevadera.

2 comentarios :

Anónimo dijo...

¿El diseño de la web no se podría cambiar? El fondo negro con la letra blanca resulta bastante molesto.

Hoy sí que estuviste inspirado, aunque si se me acepta una sugerencia, podías probar, aunque sólo sea de cuando en cuando, con algún tema un poco más positivo, también pasan cosas buenas en el mundo cada día.

Venga, anímate un poco y cambia el color (de todo) por otro más alegre.

juan luis nepomuceno dijo...

Sí, se podría cambiar.
También tengo temas positivos pero lo que me rodea da pocas opciones.
Un saludo y gracias por la visita.