ATEO

La ausencia de Dios es evidente.

Nuestra insufrible orfandad nos deja desvalidos frente al mundo y a los dioses de los demás.

No es cómodo no creer.

Aquél que sólo tiene fé en el hombre tiene motivos para perderla viendo lo que se ve, escuchando lo que se escucha, leyendo lo que se lee.

La consciencia de la caducidad, de la no eternidad, de la inevitable muerte, muerta, definitivamente final, no se asume cuando hay soberbia innata.

Tener una moral sin mandamientos, basada en el respeto al otro, sin gloria ni infierno, sin recompensa o castigo eterno, no es sencillo.

Con todo lo que sabemos somos párvulos animalillos perdidos en el Universo.

Qué fácil sería refugiarse del temporal en el templo. Rezar y esperar respuesta. Confesar y descansar la conciencia.

En contra de lo que pueda usted pensar, respetable Señora de Misa y Comunión que se empeña en salvarme, ser ateo no es ninguna juerga ni evasión.

Es la soledad frente a la inmensidad.

La diminutez y la grandiosidad de la razón como único clavo ardiendo en la tapia del cementerio.

Siga su camino que tocan las campanas, no pierda su valioso tiempo conmigo, de verdad le deseo que sea feliz en su error. Porque, aunque yo sepa que está usted engañada, la respetaré y no intentaré convencerla.

Allá usted Señora mía.

3 comentarios :

Anónimo dijo...

Querido Señor Filo de Espada:
¿Por qué es para usted tan evidente que Dios no existe?
Para mí, por ejemplo, aunque ahora mismo no tengo muy claro qué es verdad y qué no lo es de todo lo que dice la religión cristiana (cualquiera de ellas), me resulta imposible dejar de creer que Dios existe. No creo que sea porque necesito creerlo, sino que a mí, al contrario que usted, me resulta evidente que tiene que existir, no llego a entender nuestra existencia (y no digo el sentido de la misma sino sólo la existencia en sí de todas las cosas tal y como son), sin él.
Por eso le pregunto qué hace que para usted sea evidente lo contrario. Y mi pregunta es totalmente sincera, no la hago desde la soberbia de creer que tengo la verdad, de verdad quisiera entender sus razones.

Atentamente,

Amanda

Anónimo dijo...

Señor Filo de Espada. Excelente texto, que condensa todo lo que yo diría sobre este tema si no me dejase llevar por mi mal carácter y si no fuese tan inculto.

Mis mas sinceras felicitaciones.

SALUDOS CORDIALES.

Juan Luis Nepomuceno González dijo...

Estimada Amanda, tiene usted su respuesta en una entrada del blog http://filodespada.blogspot.com/2007/
03/vueltas-con-los-dioses.html
no sé si será satisfactoria pero, de todas formas, gracias por venir.
Pocholo, gracias por la visita y los inmerecidos elogios.