LEGUTIANO Y EL REGRESO DEL ESCOMBRO


Vuelve el escombro. Escombro rojo de verde ladrillo. Rojo de sangre nunca oportuna y polvo rancio de voladura cobarde, de la de siempre, la acostumbrada voladura que mina la tierra de los hombres con la mezquindad vírica.
Vuelven trajes grises a levitar sobre el derrumbe, taciturnos ternos desenvolviendo condenas, condenas e intenciones, mociones a emociones, sanciones y sentencias vanas.
Trajes planchados al vapor de las notas de un himno fúnebre y castrense, mirando de nuevo féretros vestidos de bandera.
Vuelve la amputación de la entraña de madre, vacío frío de sábana desierta de lecho de esposa, y ausencia de regazo para hijo orfandado a fuego.
El escombro es la norma, el conflicto y los derechos. Las identidades, los derechos, las voluntades y las consultas pasan de puntillas sobre los cascotes para no mancharse de rectitud de ciprés de cementerio.
Juan Manuel Piñuel Villalón, hombre, ser humano, Guardia Civil, hombre, ser humano, ha sido el último hasta la fecha.
Uno más y uno menos para la suma y la resta, cálculo negro, balance siempre desfavorable, en las finanzas de la ruindad.
Vaya un humilde e inútil homenaje para el último arrastrado por el alud del escombro vasco, siempre sucio de excremento de serpiente.

5 comentarios :

Un Oyente de Federico dijo...

Aprovecho su espacio, Don Filo, para constatarle a la familia de Juan Manuel Piñuel Villalón, la pena por su muerte, el agradecimiento por haber defendido mi libertad y el orgullo de haber compartido nación y sociedad con el.

Gracchus Babeuf dijo...

Un abrazo emocionado. Otra vez, otra puta vez.

Anónimo dijo...

Soy tu "Santa" Don Filo, y como excepción voy a comentarte.
Gracias por expresar lo que muchos sentimos y no podemos o no sabemos decir.
Discrepo solo de tu moderación.
Porque duele mucho, mucho, y tú y yo lo sabemos de sobra.
Y ahí está la rabia, la rabia que nos queda.
Arrechuchos.

diana la cazadora dijo...

No soy muy buena con las palabras, menos aún despues de leer las tuyas, comparto con tu "Santa" que ya has espresado tu lo que sentimos los demas y no sabemos decir, tamhbien comparto con don "oyente de federico" el orgullo de compartir nación y sociedad, no solo con JUAN MANUEL, si no con millones de españoles como el. La pena es la verguenza que siento hacia una minoria despreciable con la que tambien tenemos que compartir nuestro bello pais.

Anónimo dijo...

Hermoso texto amigo. Hemos tenido el atrevimiento de colocarlo en la revista "Mr Reivaj". Este es el camino, los "escombradores" no deben tener el mínimo reforzamiento o feedback a sus conductas. No hay "épica", no hay "comandos" , no hay...Solo hay escombros. Buen texto y extraordinaria declaración la de doña María Victoria Campos. Los textos hermosos , el recuerdo y la pena negra lorquiana para los amigos. A los otros ni nombrarlos. "No son nadie. Sólo basura. Un punto negro en la limpieza de un gran país". Que gran lección, para nacionalismos febriles. Que pena, que algún lector habitual de su blog, no exprima el sentido de su texto y el de la declaración de María Victoria o el más rotundo de Sandra Carrasco : "Sois unos hijos de puta". Al final lo que queda es eso que usted i María Victoria bien señalan : "basura y escombro". Honor y recuerdo a los que mueren. Para los escombradores ni mención, solo la justicia.
Un abrazo y haya salud