SINFONÍA GALLEGA.- PRIMER MOVIMIENTO

El líder de la derecha no quiere ser de derechas, que quiere ser centro y la derecha no lo quiere de líder, que quiere seguir siendo derecha.

Atrás quedaron los tiempos de la rojigualdez invadiendo La Castellana, de la "gente de bien", del azote de los nacionalismos, de la ruptura de España, de la disolución de la familia, de la venta de Navarra en parcelas, de los complots y contubernios, de los que creyó iba a sacar partido.

Sacó batacazo y comprobó que la españolidad a huevos no es digerida en ciertas zonas.

Quiere ganar elecciones y sabe que con el ademán impasible lo tiene más que crudo. Así que al centrismo, a la cuasi socialdemocracia, pero el terreno también está ocupado ya.

El protolíder del bigote estático, impasible, y la lengua larga, bilingüe y viperina, le da collejas verbales en los foros a los que acude.

La María de Vascongadas, cañonera a lo Agustina de Aragón, se rebela y enseña las uñas amparándose en su autoridad moral, autoridad que tiene sólo ante el terrorismo, como ha demostrado, pero que no sirve de salvoconducto para imponer tésis inmovilistas.

Rajoy dice que se mueve, pero el movimiento es riesgo, sobre todo si hay traqueteo, y puede uno caerse del vagón o ser empujado que hay mucho "Bruto, hijo mío" por los alrededores.

Losantos le acribilla a esputos matinales pues la moderación es indigerible para el sermoneador, que renueva contrato en la radio episcopal.

Pedro J. tampoco quiere al gallego, que ejerce de gallego como nunca, y con éstos enemigos le quedan pocas posibilidades al heredero del cruzado mágico.

"Los mejores", que dice Jose Mari, no están con el César. La convulsión está asegurada y no sé si se romperá el bipartidismo y aparecerán nuevos partidos liberales, democracias cristianas, reformistas, conservadores, centros y derechas de extrema, de prietas las filas, como en la añorada, por algunos, transición.

Y es que no sé si tanta pataleta no se debe a que Mariano, díscolo hijo del patriarca, no quiere que siga mandando la FAES, que esta vez quiere mandar él, y son los aznaristas de pro los que se revuelven.

Mientras tanto, a Zapatero solo le queda enfrente Ibarretxe, con su soniquete de txalaparta, pidiendo consultas y haciéndose la víctima si el Gobierno no comulga con sus ruedas de molino.

Y cuidado que Rubalcaba, "como pueda te la clava", tiene en sus manos, al menos de forma interina y por baja maternal, todas las armas del País, que no es broma, bueno, sí, es broma, no se alarmen las "gentes de bien" y los "oyentes".