Miradas que  aturden,
 embriagan el  ánimo,
 y la  voz,
 susurro  templado,
 rellena  vacíos
 y meandros de  arteria.
 Hay luz  escondida
 bajo negro  iris,
 luz que  embalsama,
 encubando nidos de  aves
 que creía  dormidas.
 Aún  quedan
 gratos  encuentros,
 leves pellizcos de  gloria.
 Queda  eco,
 al fondo del  barranco,
 que devuelve el  saludo.
 
1 comentario :
Hola, despues de días sumergiendome por tus poemas, creo que he de hacerte una propuesta, te dejo aquí mi dirección de correo y si te parece bien a traves del mismo te lo explico.
noseyo@gmail.com
Besos
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