ENERO

Infestado de campanillas,
de dulzor de bandeja
y escozor de cartera,
vuelvo al día.
Al día diario
de rebaja,
saldo y empeño.
Enero asciende pesado,
escarpado de arista
y se perdieron,
ladera abajo,
los propósitos
y las enmiendas.
Soy el mismo,
o aún peor,
sigo siendo yo.

1 comentario :

Anónimo dijo...

Por fin enero se instaló y regresa la normalidad con él, aunque ello suponga convertir el día a día en rutina, pero al menos la cartera descansa.

Besos