La lentitud de la alta velocidad barcelonesa ha llegado a su culmen y se ha detenido. Un andén se hunde como una “magdalena” empapada en la taza del mal fario, la ineptitud y el desastre. Socavones que desgastan y por los que se escapan los codiciados votos.
El socavón es la constante y se instala como norma en el Constitucional, donde el recursismo y el recusacionismo convierten a una de las “infraestructuras” fundamentales del Estado en una chapuza más, vergonzosa y vergonzante, tambaleándose los andenes donde los ciudadanos esperan el tren del progreso.
La Judicatura es una tertulia política frentista y el debate político, que se debería hacer en el Parlamento, se hace en las Salas de los Juzgados entre togados de uno y otro signo, con el carnet del partido correspondiente guardado en el dobladillo de las puñetas. Puñetera Justicia convertida en mercadillo donde los partidos reparten las togas, prendas pirateadas de falsa marca. Donde la ley es distinta dependiendo del contexto y la oportunidad, como no, política.
Puñetera la Justicia politizada y mediatizada que mueve a fiscales a instar penas ejemplarizantes a macarras karatekas olvidando otros delitos de más enjundia y menos video de por medio, con Ministerios ajenos exigiendo aquí lo que no practican allí.
Hay socavón moral en el país de Pepe Gotera, socavada la decencia donde se anteponen caprichos consultistas a los derechos de los perseguidos y amenazados, socavón en terrenos recalificados con “caceo”, socavones hasta en los mares donde emergen cadáveres de vergüenza global.
Si Enrique Santos Discépolo calificó el siglo XX de “Cambalache”, el siglo XXI, al menos en España, daba para más de un tango pues todo es vertedero y escombro.
Eso sí, en Oviedo nos ponemos dignos, sacamos las galas y agasajamos a las eminencias, investidos de una autoridad que no tenemos mientras no apuntalemos los cimientos de esto que, hasta ahora, se llama España, antes de que nos trague a todos el gran socavón provocado por la alta velocidad con que se quiere mantener o recuperar el poder.
3 comentarios :
En su ocurrente comentario, sobre los carnets escondiodos en las puñetas de los puñeteros jueces, Ud. Don Filo no ha caído en lo fundamental de este asunto.
Se trata de los jueces del “Tribunal Constitucional”. jueces que no tienen más, ni menos, cometido que dirimir lo que es susceptible de acogerse a lo reflejado en “La Constitución Española de 1978”
¿Y que es La Constitución?, ¿Para que sirve una Constitución?
Don Filo, La Constitución, esta pensada y creada única y exclusivamente, para proteger al PUEBLO del poder.
Para proteger al pueblo del poder, incluso del poder que gobierna democraticamente.
Pero si el poder, instrumentaliza La Constitución y a sus jueces, como así lo ha hecho, olvídese de poder decir que vive en un país democrático.
A esto lo podrá llamar Gobierno Fascista, Dictadura del Proletariado o Democracía Popular (“Democracía Popular es a Democracía, lo mismo que camisa de fuerza es a camisa ), pero no Democracia.
Con toda seguridad, La Constitución y sus jueces estan más próximos al “Mira a ver…” de Don Miguel y Don Julio que de Zapatero y sus mariachis.
Y que si queda algo de España, parte de ella está en La Trola y en sus parroquianos.
Don Filo,hace dias que no le visito,(es lo que tiene trabajar,que te roba el tiempo libre),pero veo que sigue en su linea,denunciar todo lo denunciable sea del partido que sea,continue asi,pues no toda la izquierda es buena y no toda la derecha es mala.
PD:en la derecha es mas dificil encontrar gente buena,pero como dicen en Galicia,"haberlas hailas".
Salud y republica
Don Oyente, agradezco su fidelidad y elogios a este humilde blog, pero déjeme decirle que tiene usted una capacidad tremenda para llevar el ascua a su sardina.
Don Navegante, si bien me considero de izquierdas hay quien me etiqueta de derechas por no seguir los dogmas y algunas insulseces que hacen los políticos que lideran la misma. No soy militante y por eso opino libremente, según el caso.
Gracias de nuevo.
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