TRIBULACIONES DE UN VILLANO EN TIEMPOS CONVULSOS

CONVOCADA POR IBARRETXE la marcha ´Por la paz y el diálogo´

Encontrábase mi persona deambulando aquella noche por varios tugurios de la Villa. El ánimo decaído y el gaznate reseco e insaciable. No tenía en aquella velada mucha ansia de plática y filosofías, sólo de entablar tertulia conmigo mismo y con la escudilla de vino. En éstas estaba cuando apareció por la puerta del antro un conocido gañán, matón de tres maravedíes, de mal beber y peor mear. Para más abundar en las virtudes de aquel jaque, sólo decir que era de lengua ligera y pertinaz, metomentodo y sabedor de todas las ciencias y artes del Orbe, mas, su tema preferido, era narrar sus cobardes matanzas, siempre por la espalda, en cuadrilla y aprovechando despoblado.

Cuando cruzó su torva mirada con la mía tuve la clarividente premonición de que me había tocado la rifa y sería la víctima de sus disertaciones.

Se acercó lentamente a mi mesa y, con voz forzadamente profunda interrogó:

- ¿Aceptáis una Jarra de tinto?

- Disculpe Vuesa Merced pero ya me disponía a retirarme pues de vino ya ando bien servido esta noche.

- ¿Despreciáis el convite?

El tono usado por el bellaco lo decía todo y comencé a entender que aquello iba a acabar con acero mojado.

- No debéis tomarlo así, estoy cansado y asaz borracho como para tomar más. Además tampoco nos conocemos como para compadrear tan alegremente.

- Comenzáis a ofenderme. No nos conocemos pero nos olemos.

- No es mi intención, vive Dios, ofenderle, pero si gozáis de tan buen olfato, el mismo os aconsejará que cejéis en la empresa en la que os habéis empecinado.

- Venga, pardiez, tengamos paz y dialoguemos un momento…

Fue rápido y traicionero, como era de esperar, pues, mientras ofrecía paz y diálogo, el muy hideputa había sacado de la parte trasera de su cinto una imponente “albaceteña” que debía llevar abierta, y, con aviesa intención la dirigió a mi costillar izquierdo.

A pesar de la “kurda” y gracias a que mis previsiones no eran buenas, me dio tiempo a desplazarme lo suficiente para que la hoja se insertara en mi brazo derecho con gran dolor y sonoro chasquido al picar en hueso.

Como Vuesas Mercedes entenderán mi brazo siniestro, que tiene la costumbre de ignorar lo que le ocurre al diestro, hizo un giro certero aprovechando la fuerza del envite del matarife y dejó insertada, en el oído derecho del patán, mi vieja daga Toledana, cuya punta debió alcanzar el centro de la dura sesera del mentecato, el cual, bizqueando los ojos y mugiendo cual res en celo cayó como un fardo sobre la mesa de roble.

Retiré mi daga de la grasienta oreja y, mirando enderedor por si hubiere amistades del finado por las inmediaciones, ahuequé el ala abandonando parroquia y feligreses antes de que apareciera alguien que discrepara con la justicia de aquella lid. A más de vino, en una noche como aquella, ¿a quién se le ocurre ofrecerme paz y diálogo?.

8 comentarios :

Anónimo dijo...

Filo de espada, me ha dejado en otro blog una crítica errónea y vulgar. Afile su espada si quiere afinar la estocada.
La educación que me dieron las monjas me impide contestarle en su esta su casa en su mismo estilo, lo tiene en dicho blog.

Juan Luis Nepomuceno González dijo...

Bienvenido sea Miau a ésta MI casa. Me cita usted en otra casa para insultarme y responder de forma desproporcionada a mi discrepancia. La educación que le dieron esas monjas deja mucho que desear. Haber ido a un colegio público como yo. Un saludo y espero que se calme.

Juan Luis Nepomuceno González dijo...

Ya tiene sus respuesta en el sitio donde me citó.

Juan Luis Nepomuceno González dijo...

http://imperialista.blogspot.com/

Anónimo dijo...

Mire buen hombre, veo donde ud me indica que su única respuesta a mis argumentos es la descalificación personal,¡muy pobre¡.
¡Que dios le acoga en su seno¡

Juan Luis Nepomuceno González dijo...

Quien comenzó a descalificar personalmente fue usted. Todo el mundo puede leerlo. Que el Dios en el que no creo le acoja en su seno a Vd.. En caso de falta, prefiero que sea la suya la primera.
Un "muy pobre" saludo.

Anónimo dijo...

Qué dificultad especial tiene para entender?.
Le escribí dios con minúscula, no es el Dios que ud se ha "IMAGINADO". es su dios Imperialista. ¿entiende ahora?.
Y como yo tampoco le entiendo a ud en eso de que le he descalificado personalmente, por favor, explíquemelo como si yo fuera un parvulito.

Juan Luis Nepomuceno González dijo...

Lea lo que usted mismo ha escrito al referirse a mí. Así de sencillo. No tengo dioses, ni Imperialistas ni con minúsculas o mayúsculas. Que coíncida en algo con Imperialista no quiere decir que comulgue con toda su ideología. Soy de izquierdas pero sin carnet ni disciplina ideológica. A mi tampoco me gusta la AVT, pero el Gobierno tampoco se ha lucido. De verdad, no quiero seguir discutiendo con Usted.