El Hombre del Saco, El Sacamantecas, los monstruos de armario, etc., han vuelto... y son legión. No se les conoce a simple vista.
Están en las guarderías, en los campamentos de verano, en los equipos deportivos, en las parroquias, en internet, y no cejan en su empeño.
Impregnados del peor de los "Herodismos" cazan a nuestros hijos al mínimo descuido, los ensucian, los maltratan y los inhabilitan para la vida normal.
Les arrancan la infancia de forma vil y difunden sus terroríficas fechorías entre los miembros de su secta. Venden la maldad más absoluta y terrible y muchos otros camuflados malvados la consumen compulsivamente.
No estamos a salvo... vigilemos lo mejor que nos ha dado la vida... antes de que sea demasiado tarde.
La plaga repugnante se extiende y aflora de las cloacas.
Una vez detectados y apresados... ¿qué hacer con ellos?.
Pregúntenselo... yo no he encontrado aún respuesta razonable ni satisfactoria.
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