VÍCTIMAS, JUSTICIA Y POLÍTICA.-

 VÍCTIMAS TERRORISMO

   Mikel Buesa: "El 99,5% víctimas pensamos que no se nos ha hecho justicia"    

    Ávila, 9 feb (EFE).- El presidente del Foro de Ermua, Mikel Buesa, ofreció hoy en Ávila diferentes datos acerca de las víctimas del terrorismo, entre los que destacó el hecho de que "el 99,5 por ciento" piensen que "no se ha hecho justicia" con ellas.
 
Solo un apunte: Cuando a alguien le matan cobardemente al padre, al hijo, al hermano, al cónyuge, etc., no considerará nunca que se ha hecho justicia aunque vea en la cárcel al criminal con una condena milenaria. El asesino seguirá viviendo y al familiar no podrá nunca recuperarlo.
La justicia, por muy dura que sea, incluso si, desafortunadamente, se llegara a instaurar la indefendible pena de muerte, nunca resarciría a quien sufre algo así.
El dolor y los sentimientos de las víctimas y el apoyo que debieran tener son una cosa.
La política y la Justicia son otra y no es saludable enmarañarlo todo, mezclando en un mismo caldero Ley, Justicia y pasiones humanas.


4 comentarios :

Elbereth y su silencio dijo...

Pero imagino que a "algunos", les interesa enmarañarlo todo. De esa forma confunden a las personas, de esa forma manipulan, y la desorientación de la mayoría,ayuda al control ejercido por una minoría.

¡Qué cansado se te ve de todos! No es para menos, por supuesto.

Hoy es Sábado, disfruta, por favor.

Juan Luis Nepomuceno González dijo...

Gracias.

Anónimo dijo...

Ya sabemos que la justicia y los sentimientos son dos estamentos que no pueden y no deben mezclarse e ir juntos de la mano. El resarcimiento personal por la muerte de quien te ha arrebatado a un ser querido es un tema difícil de discutir, tendríamos tantos argumentos a favor como otros tantos en contra, pero el que para mi es el más importante es, el error (¿cómo justificamos el error con una muerte dictada judicialmente?). En cambio la política, que náuseas me da, el engaño, la manipulación, el aprovechamiento del dolor ajeno, la teatralidad y el espectáculo no más lejos del Salsa Rosa o cualquier programa de distracción absurdo y patético.

Juan Luis Nepomuceno González dijo...

A parte de la posibilidad de error, éticamente, un Estado no puede convertirse en matadero.