A MICROSOFT NO LE CONVENCE LA FABADA

Bill Gates, el señor "puertas", inventor de las "ventanas", ha desistido al final de instalar sucursal en Asturias.
Ha preferido Rumanía, seguramente, por varias razones.
No deja de ser Europa, pero allí, los salarios son otra cosa, los sindicatos son inexpertos y, teniendo en sus fronteras una región como Transilvania, qué mejor sitio para vampirizar a un pueblo cuando éste ya anda históricamente acostumbrado a chupasangres desde los tiempos del ilustre Conde Vlad "El Empalador".
Asturias está muy bien para el boato ovetense de recibir premios por patrocinar benéficas fundaciones que ocultan intereses bastardos, para comer, lo que se dice comer de verdad, altenar con atractivos Príncipes de cuento, etc., etc..
Pero, a la hora de invertir los dólares, la cosa cambia. Aquí, aunque perduren algunas supersticiones célticas de "xanas" y "trasgus" y todavía haya gente que va a "pasar el agua" por lo del mal de ojo, los vampiros no cuelan.
Los hijos del los prejubilados quieren cobrar bien, seguramente sólo lo justo, pero que les llegue al menos para mantener la hipoteca y un modesto "tuning" en el Ibiza. Además los sindicatos son profesionales, de los de toda la vida, y, al mínimo intento de política neoliberal, se monta una barricada de las buenas y le vuelan las "ventanas", que haya a la "vista", del castillo del "Conde del Software Cerrado", y a eso, este tipo de señores de la oscuridad, no está acostumbrado.
Rumanía es otra cosa. Con violines zíngaros de fondo, esclavos catatónicos con la mordedura en el cuello trabajando día y noche manufacturando los vampiros tecnológicos que tiranizan nuestos Pentium.
Mientras, este paradisíaco Principado, con Areces a la cabeza, no tendrá más remedio que seguir comprando sus indispensables productos y, quien sabe si algún día, vuelve por aquí el empollón cuatroojos de flequillo lacio por si cae otro premio, o cena con la Realeza, o una foto junto a la estatua de Woody Allen, esa que tiene que cambiar de gafas tantas veces que va a llevar a la quiebra al mismísimo Aflelou el del "Tchin, tchin".

1 comentario :

Elbereth y su silencio dijo...

:-) Sólo nos quieren por el interés...