Las miradas,
de urgente soslayo,
siempre llevan una carga de rencor.
El reproche se instala
en los ojos y en las palabras.
Cualquier frase neutra se torna ataque.
Los silencios son densos,
irrespirables,
pues ahogan el grito.
Rabia,
culpa,
resignación,
hastío.
Ni la lluvia moja
ni el sol calienta
ni la comida sacia,
ni el colchón soporta el peso
antiguo de lo acumulado.
Ni pasado aprovechable
ni futuro prometedor.
El barranco a un paso.
La vida corretea alrededor.
3 comentarios :
La verdad es que corren tiempos en que todo nos molesta, somos cada vez más intolerantes y estamos cansados de todo. La actualidad no nos alienta a un futuro mejor y uno se plantea que será de nuestros hijos en este mundo...
Mirémonos de frente,pues, sin que haya de importarnos aquello con lo que podamos encontrarnos.
Que las tímidas palabras, esperanzadas, cubran los silencios densos e irrespirables.
El pasado se perderá, y el futuro nos encontrará antes de darnos cuenta.
El barranco a un paso, y este cuerpo a medio paso.
Variopintas e interesantes interpretaciones. Es una de las grandezas de escribir y que te lean.
Muchas gracias.
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